La familia es considerada esencial para la socialización de los niños, a través de la transmisión de valores, normas, comportamientos, etc. Es quien tiene que establecer lo que es reprobable y lo que es aceptable, en casa y en la relaciones sociales. La ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonables de la conducta de los hijos fuera del colegio, de lo que hacen y con quién van, una disciplina demasiado dura o demasiado permisiva, la falta de comunicación y la ocurrencia de tensiones y de peleas dentro de la familia, pueden llevar a que los hijos adquieran conductas agresivas.
QUÉ PUEDE HACER LA FAMILIA
• Preocuparse por sus hijos, hablando con ellos. Crear un canal de diálogo con ellos. Evitar los monólogos. Se aprende y se conoce mejor a los hijos escuchándolos.
• Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar, fobia escolar, etc.
• Controlar y supervisar las conductas de sus hijos, observando qué hacen, a dónde van, con quién juegan, cuáles son sus intereses, proyectos, etc.
• Determinar los límites y las normas. Exigir el cumplimiento de las elementales.
• Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás, para convivir con otros.
• Observar los comportamientos, estados de ánimo, y los cambios en los hábitos de los niños.
Fuente:http://es geocites.com/balbomeroab/t/documentos.html.
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