Intentando aclarar qué son las estrategias de comprensión




Para la gente que trabajamos en la enseñanza o mejora de la comprensión lectora las estrategias de comprensión son un concepto de lo más popular. Curiosamente, tengo la idea de que, en realidad, no tenemos nada claro qué son las estrategias de comprensión. Hablamos de ellas con mucha naturalidad, las recopilamos, las clasificamos, las enseñamos, las compartimos pero ¿qué pasaría si nos pregunta cosas como las siguientes?

  • ¿Son lo mismo la estrategias de lectura, las estrategias de comprensión y las estrategias metacognitivas? Si hay diferencias entre ellas, ¿cuáles son?
  • ¿Se puede aplicar de forma automática una estrategia, sin pensar en ella? Por ejemplo, si lees y percibes cuál es la idea fundamental de un texto, ¿estás aplicando la estrategia de localizar la idea principal?
  • ¿En qué se diferencian una actividad o una tarea, como hacer un resumen o un esquema, de una estrategia, como resumir o construir organizadores gráficos?
  • ¿Se puede utilizar una estrategia para aplicar una estrategia? Por ejemplo, establecer una serie de pasos para emplear la estrategia de activar conocimientos previos o la de resumir. ¿O quizá son esos pasos lo que constituyen la estrategia?
  • ¿Existen estrategias de comprensión oral?, o ¿existen estrategias para otras actividades, como estrategias de cocina, estrategias para dibujar, estrategias para la interpretación musical?

Quizá, tras leer estas preguntas empecemos a pensar que hablamos de las estrategias de comprensión porque se habla de ellas y son relativamente populares en nuestro mundo y, además, nunca nadie nos ha corregido y nos ha dicho algo como “eso no es una estrategia, estás hablando de otra cosa”.

Estoy bastante convencido de que todas estas reflexiones y las que vienen a continuación están al borde de lo irrelevante. No importa el color del gato, sino que cace ratones y, en este caso, lo importante es conseguir mejoras en la comprensión. Si lo que propongo es una estrategia, una actividad, un procedimiento o una habilidad es muy secundario.

 Diferencias entre habilidades y estrategias

En mi intento de aclarar qué son las estrategias de comprensión comienzo tomando como referencia un artículo que publicaron en 2008 Peter Afflerbach, P. David Pearson y Scott Paris, que se titula: Aclarando las diferencias entre habilidades lectora y estrategias de lectura.

Según estos autores, la expresión “reading strategies” se hizo popular en los años 70 del siglo XX y en educación se tomó de la psicología, concretamente de la corriente de procesamiento de la información. La expresión “reading skills” era utilizada anteriormente, al menos desde los años 50. Ambas expresiones comenzaron a usarse de forma indistinta no solo de forma coloquial, sin también en documentos formales y en definiciones.

Una de las razones para esta indefinición fue que, en muchos modelos de procesamiento de la información que popularizaron el témino estrategias, era irrelevante si las operaciones que se realizaban con la información eran deliberadas o automáticas.

Tras revisar el uso y varias definiciones que se han hecho de esas dos expresiones , los autores proponen estas definiciones:

  • Estrategias de lectura: son los intentos, deliberados y dirigidos a una meta, de controlar y modificar los esfuerzos del lector para descodificar el texto, comprender las palabras y construir el  significado del texto.
  • Habilidades de lectura: son acciones automáticas que producen una descodificación y comprensión rápidas, eficientes y fluidas, que normalmente ocurren sin tener conciencia de los componentes o el control que implican.

Lógicamente, la definición de estrategias de comprensión sería más restringida, algo así como “intentos deliberados y dirigidos a una meta, de controlar y modificar los esfuerzos del lector para construir el significado del texto”.

Según esto, las características que permiten distinguir una estrategia serían el control deliberado, la dirección hacia una meta y la conciencia. Mientras que las estrategias son flexibles y se pueden adaptar durante la lectura, las habilidades son automáticas. Eso les da la ventaja de ser más rápidas que las estrategias.

Afflerbach, Pearson y Paris manifiestan claramente que una estrategia se puede convertir en una habilidad a través del entrenamiento y la práctica repetida. Ponen como ejemplos echar un vistazo al texto para hacerse una idea de su contenido, releer o localizar ideas importantes. Es decir, las mismas acciones pueden ser habilidades o estrategias dependiendo del lector y la situación de lectura. No obstante, tengo dudas acerca de que esto se pueda aplicar a cualquier estrategia.


FUENTE:

https://clbe.wordpress.com/

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