Según la doctora Evelina Galaczi, responsable de Investigación de Cambridge Assessment English, hay seis elementos a tomar en cuenta en el aprendizaje de los niños:
- Ir más allá del conocimiento: lo que significa dotar a la materia de estudio de contexto, por ejemplo, al estudiar un idioma intentar practicarlo con tareas reales de conversación o escritura. O, al estudiar geografía, imaginar qué países nos gustaría visitar y por qué.
- Interacción y conexiones sociales: el aprendizaje es una actividad social, por lo que crear oportunidades de conexiones humanas mientras los niños aprenden en casa es beneficioso; además, la tecnología ayuda a conectar con otros pequeños para realizar tareas juntos.
- Retroalimentación: los elogios marcan la diferencia en la motivación, y proporcionan retroalimentación para mejorar. No hay que olvidar que los errores no son fracasos, sino oportunidades para que el cerebro construya nuevos caminos que conduzcan al éxito.
- Establecer objetivos: la conciencia de los objetivos de aprendizaje ayuda a los alumnos a apuntar a algo específico y a sentir una sensación de logro y motivación para alcanzar nuevos retos.
- Dividir el aprendizaje: dividir las tareas de aprendizaje en secciones manejables es muy importante. Esto ayuda a evitar la frustración en actividades que son demasiado difíciles y aumenta la creencia en la capacidad de aprendizaje e inteligencia del niño.
- Interés y motivación personal: cuando se involucra el mundo emocional y el mundo social de los niños estos aprenden mejor, por lo que conectar las tareas con sus intereses y canales de información, como YouTube, es muy motivador para ellos.
Cómo el aprendizaje puede ayudar a desarrollar habilidades útiles para la vida
Los niños están haciendo frente a una situación de aprendizaje difícil en un contexto inusual, como es la educación en casa durante la actual crisis. Esto, según la doctora Galaczi, «es una oportunidad para ayudarlos a desarrollar su capacidad de recuperación ante la adversidad, lo que tendrá efectos en su aprendizaje. Por ejemplo, es importante animar a los niños a que vean las materias difíciles desde una perspectiva más positiva, a que decidan objetivos específicos en su aprendizaje, a que busquen ayuda cuando la necesiten, a que aprendan de los malos resultados, a que se rían… Todo ello ayudará a desarrollar mejores habilidades y mentalidades para la vida».
En estas circunstancias, según la experta, los niños también deberían sentirse conectados con el mundo real. «Los padres pueden lograrlo fácilmente vinculando algunas tareas de aprendizaje con la ayuda de otras: por ejemplo, escribir una carta o hacer un dibujo para animar a una persona que actualmente se siente aislada. Una actividad de este tipo no sólo ayudará a su hijo a centrarse en una tarea de aprendizaje y a desarrollar sus habilidades cognitivas, sino que también desarrollará en ellos un sentido de pertenencia y empatía», concluye.
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