Lo importante es adaptar los ejercicios de dictado al nivel y curso de tus hijos o alumnos
¿A partir de qué edad es aconsejable que los niños empiecen a hacer dictados? ¿Qué beneficios tienen estos ejercicios de repaso? ¿Cómo podemos adaptar los textos a la edad de cada niño? Si tú también estás en busca y captura de respuestas útiles acerca de los dictados, hemos de decirte que has llegado al sitio indicado. Sigue leyendo y saldrás de dudas. ¡Empezamos!
Cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje, pero por citar una edad general podemos decir que a los 6 años que es cuando comienzan el primer curso de la primaria. Antes de esa edad, niños y niñas hacen una primera toma de contacto con la lecto-escritura que va más allá de ser los oyentes de los cuentos, sin embargo, no se les debe insistir en hacer estos ejercicios antes de tiempo.
Según empiezan los pequeños en la escuela infantil, de tres a seis años, escribirán palabras cortas como sus nombres, las vocales, algunas consonantes y los números del 1 al 10. Es ideal para ellos, puesto que toman conciencia de la escritura y aprenden a usar el lápiz de la forma correcta. Si comienzan a hacer dictados en infantil puede tener un efecto rebote, es decir, que el niño lo vea como una actividad tediosa y la termine por odiar. Piensa que no están preparados aún para ciertas tareas.
En torno a los 6 años, ya hemos dicho antes que cada alumno tiene su propio ritmo, se podrán hacer ejercicios de dictados no muy largos, leyendo despacio para que lo puedan escribir bien y haciendo hincapié en las palabras más difíciles para ellos. Al terminar el ejercicio, se ha de corregir con ellos delante. No te olvides de usar el bolígrafo verde para marcar todo lo que han escrito bien. ¡El refuerzo positivo es el mejor que hay!
Lo hemos dicho ya en otras ocasiones, pero no está de más hacer un pequeño repaso, ¿verdad? Hacer un dictado al día no muy extenso y de una temática que resulte amena a los niños y niñas tienen como principales ventajas...
1. Mejora de la memoria, la atención, la concentración y la comprensión lectora.
2. Niños y niñas obtienen conocimientos de las normas ortográficas.
3. A su vez, aprenden las reglas gramaticales y los signos de puntuación.
4. Distinguen entre el verso y la prosa y conocen las características de cada uno.
5. Es un ejercicio idóneo para hacer en la escuela o en casa como refuerzo de lo visto en clase.
6. Los alumnos desarrollan la imaginación, (más aún si cabe).
7. Estos ejercicios ayudan a mejorar el lenguaje y a tener una letra bonita y elaborada.
8. Mejoran la comprensión auditiva al intentar plasmar en la hoja lo que están escuchando.
9. La psicomotricidad fina se ve reforzada, perfecto para los que tienen 6 años y recién empiezan a usar el lápiz como herramienta diaria.
10. Gracias al dictado niños y niñas incorporan mucho más vocabulario en su repertorio.
11. Facilita la lectura y son muy divertidos, ¡solo hay que escoger los textos adecuados!
Consejos para adaptar los dictados a los niños según su edad
Una vez vistos los puntos anteriores, solo nos queda hablar sobre cómo adaptar los dictados a los niños según su edad. Si tomamos como partida los 6 años, la edad que hemos puesto como recomendada, tendremos que buscar textos no muy largos, de tres o cuatro líneas, que incluya normas gramaticales sencillas y signos de puntuación básicos. ¿Sabías que una forma perfecta de captar su atención es preparar textos temáticos? Sobre la familia, la paz, la poesía, sus cuentos favoritos... ¡No podrán decirte que no!
Cuando los alumnos llegan a segundo curso de primaria se les puede proponer dictados un poquito más largos e incluir en ellos las reglas de ortografía vistas en clase a la vez que se continúa con el uso de los signos de puntuación. Cuando cierran el primer ciclo de primaria, se sigue en esa misma línea siempre recordando que se ha de corregir el dictado delante de ellos para que puedan preguntar todas sus dudas.
Cuando los alumnos ya están en el segundo ciclo de primaria (tercero y cuarto de primaria) estos ejercicios tan prácticos se deben hacer con soltura, los textos tienen que contener todas las normas ortográficas vistas hasta ese curso y además ofrecer un valor añadido como dar a conocer la vida y la obra de ciertos autores.
En quinto y sexto de primaria, se les puede proponer dictados un poco más largos o bien hacer dos cortos cada día. Estos nunca deben ser demasiado extensos, para que les de tiempo a hacer las otras tareas de la escuela y a tener su rato de practicar deporte y también su momento de ocio. ¿Qué te parece un dictado sacado de un fragmento del libro que están leyendo? O tal vez prefieras la obra más famosa del poeta que estudian en clase de literatura... ¡Tienes muchas opciones al alcance de tu mano!
¿Terminamos el ejercicio de dictado ilustrándolo por detrás?
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