Motivar a chicos/as con Trastorno de Déficit de Atención

 

 

Motivar a chicos/as con Trastorno de Déficit de Atención


Uno de los factores que pueden tener un impacto sustancial en el rendimiento académico de un niño y su grado de motivación es el trastorno de déficit de atención (TDA). Este trastorno afecta a la capacidad del niño para concentrarse y controlar su comportamiento, lo que afecta a su rendimiento en el aula.
El niño con TDA-H necesita estimulación en el mismo grado que usted requiere oxígeno. Él simplemente no puede funcionar sin estimulación. Por ello es de vital importancia conseguir atraer su atención y motivarle.
Visto desde esta perspectiva, es fácil ver el impacto que tendría sobre el progreso académico de un niño con déficit de atención la motivación para tener éxito. Debido a que las habilidades que le faltan son las que necesita para progresar en la escuela, comienza a desarrollar asociaciones negativas con respecto al proceso de aprendizaje. Es culpado continuamente, reprendido, y censurado por un comportamiento que está más allá de su control. Esta frustración se agrava por el hecho de que los niños son a menudo muy brillantes, y son muy conscientes de la discrepancia entre su potencial y sus logros.
La investigación indica que casi el 10% de los niños en edad escolar luchan contra el TDA-H. La mayoría de estos estudiantes también tienen algún tipo de problema de aprendizaje, por lo que su incapacidad para quedarse quieto en clase junto con su dificultad para adquirir los contenidos del plan de estudios complican mucho su situación. Cuando se consideran estos factores, el vínculo entre los problemas de TDA-H y de motivación es fácil de entender.

Nuestro conocimiento del TDA-H se ha ampliado significativamente en los últimos años. En la década de 1980, el trastorno se asoció con tres síntomas básicos: hiperactividad, distracción e impulsividad. La investigación actual demuestra claramente que estos tres síntomas representan la punta del iceberg y que existen numerosos síntomas y rasgos que afectan en gran medida al desempeño académico y social del niño afectado. El éxito en la escuela requiere que los niños presten atención a las tareas y expectativas asignadas. Los niños con TDA-H tienen dificultades importantes para mantener la concentración, sobre todo, en tareas prolongadas repetitivas y rutinarias que no son particularmente novedosas, entretenidas o estimulantes.
El éxito en las situaciones sociales requiere que los niños sean capaces de realizar tres tareas básicas: escuchar, seguir instrucciones y esperar su turno. Si un niño es capaz de realizar estos procedimientos simples, es probable que disfrute de éxito social. Sin embargo, para el niño con TDA-H, “simple” no siempre es “fácil”.
La clave para motivar al niño con problemas de atención pasa por modificar y ajustar el ambiente de aprendizaje. A menudo, los profesores invierten mucho tiempo y esfuerzo en su intento de cambiar al niño. Su tiempo y esfuerzo debería ir encaminado a cambiar las metodologías, prácticas y procedimientos que está utilizando con el niño.
Si se tiene en cuenta las capacidades y habilidades que un niño necesita para tener éxito en el aula y, a continuación, se consideran los déficits y debilidades inherentes a TDA-H, usted reconocerá que existe un desajuste significativo. Las expectativas de las aulas están en conflicto directo con las limitaciones del niño.
Considere lo siguiente:
EXPECTATIVAS AULASÍNTOMAS QUE INTERFIEREN
“Contestar cuando se le pregunte”.
“No interrumpir.”
“Esperar su turno.”
“Leer las instrucciones cuidadosamente.”
 Impulsividad
“Permanecer sentado.”
“No jugar con el lápiz.”
“Estar tranquilo.”
 Hiperactividad
“Mantener el escritorio y mochila ordenados.”
“Presentar los deberes.”
“¿Dónde está el bolígrafo / lápiz / regla / gafas?”
 Problemas de organización
“Si no le sale bien lo deja!”
“Si al principio no tiene éxito …”
“Ser paciente.”
Bajo nivel de frustración
“Establecer los pasos a seguir”
“¿Cómo resolver este problema?”
“¿Cuál es su solución?”
Dificultad con la secuenciación, priorizar, analizar, sintetizar
“No olvides …”
“Recuerde siempre …”
“Memoriza esto.”
“La fecha de vencimiento era …”
 Déficit de memoria
“Errores por descuido.”
“Escuchar con atención.”
“Prestar atención.”
“Sigue la idea principal.”
“Deberías haber terminado a estas alturas.”
Inatención
“Eres capaz de hacerlo cuando quieres.”
“Un gran comienzo, pero luego te has venido abajo.”
“Inaceptable escritura.”
Incapacidad para sostener el esfuerzo
Cuando todo lo anterior se considera, se hace evidente que el niño con TDA-H y el aula tradicional representan básicamente un desajuste. Para que el niño con TDA-H pueda tener éxito y, por tanto, esté motivado, el profesor debe hacer ajustes en sus metodologías, procedimientos y expectativas. Básicamente, si el niño no puede aprender en la forma en que enseñamos, debemos enseñar en la forma en que aprende.

Para el niño con TDA-H, su rendimiento y su motivación se ven influidas por tres factores principales: su grado de interés en la actividad, la dificultad de la actividad, y la duración de la tarea. Él tendrá dificultad con las tareas que requieren la organización, la planificación, la inhibición, el autocontrol, y el esfuerzo sostenido.
En la medida de lo posible, el plan de estudios debe ser estimulante y relevante para que el aprendizaje sea significativo para el niño. Es extraordinariamente difícil para un niño con TDA-H seguir participando en un currículo que no es interesante o desafiante. Estos niños viven en gran medida en el presente. Por lo tanto, las metas y recompensas (por ejemplo, los títulos y las calificaciones) a largo plazo son a menudo motivadores ineficaces.
Dr. Edward Hallowell, psicólogo y autor de “Driven to Distraction”. Explica la importancia que tiene para los niños con THA-H el presente, en el mundo de estos niños, hay básicamente dos marcos de tiempo, ahora y no ahora. Esto ocasiona muchas situaciones de frustración para ellos mismos, sus profesores y sus padres.
Por otro lado, el niño con TDA-H responderá más positivamente a un plan de estudios que le permita alternativas y opciones. También será más probable que participen activamente en las tareas cuando hay un grado de creatividad y novedad (por ejemplo, la presentación de una clase de historia usando un juego o un audiovisual). A fin de mantener la motivación de este niño, el maestro debe tener en cuenta al mismo tiempo lo que se enseña y cómo se enseña. Es poco probable que mantenga la concentración o la motivación del niño por un período prolongado solamente se conseguirá si el contenido es estimulante; la presentación debe ser creativa, colorida, multimodal, y agradable. Además está demostrado que estas modificaciones en la metodología obtienen mejores resultados en todos los niños, por lo que no se trata de adaptar la escuela al niño TDA-H, sino de cambiar los modelo de enseñanza por otros que son más acordes a la forma de aprender de los niños de hoy.
ENTRE LAS ESTRATEGIAS ESPECÍFICAS DE ENSEÑANZA QUE PUEDAN FOMENTAR LA MOTIVACIÓN DEL NIÑO SON:

  • Dé instrucciones simples.
  • Ofrecer al niño refuerzo positivo, la alabanza y aliento.
  • Enseñe a tomar notas, esquematización, y otras técnicas de estudio útiles.
  • Asigne al niño un asiento muy cerca del maestro, pero lejos de las áreas de paso.
  • Delinear claramente reglas, límites y expectativas.
  • Evite sobrecargar al niño con información, datos o instrucciones que no es capaz de procesar.
  • Permita descansos ocasionales para permitir que el niño se relaje y recupere la energía.
  • Instituir un “compañero de estudio” o sistema de “buen vecino”, en el que un compañero de clase puede ayudar al niño con la organización y preparación.
  • Utilizar una señal privada que puede enviar al niño si su comportamiento o atención empieza a deteriorarse.
  • Divida las tareas grandes y complejas en segmentos pequeños y manejables.
  • Exigir que el niño mantenga una agenda y ayúdele en esa tarea.
  • Ayude al niño a empezar una tarea y luego anímelo a completarla de forma independiente.
  • Comunicación permanente entre el hogar y la escuela.
  • Asegúrese de que usted tiene la atención del niño antes de darle una instrucción. Esto se puede hacer llamándolo por su nombre o usando una señal con la mano.
  • Nunca de un buen comportamiento por sentado. Alabe y refuerce al niño por no interrumpir, por trabajar con paciencia, por permanecer en su asiento, por mantener la concentración, por cooperar.
  • Recuerde que los comportamientos hiperactivos durante el trabajo sentado (por ejemplo, los dedos que teclean, se retuerce en el asiento, inquietud) son en realidad una liberación para la hiperactividad del niño. A menos que los movimientos sean una distracción o perjudiciales para otros, ignorarlos.
  • No enfatizar la calidad y cantidad de forma simultánea. Misiones complejas largas son excesivamente difícil para el niño con problemas de atención.
  • Recuerde que en el niño con TDA-H el estrés, la presión y la fatiga pueden iniciar y aumentar estos sentimientos de frustración. Sea consciente de la tendencia del niño a sentirse frustrados, y tome medidas preventivas para evitar o disminuir las situaciones que produzcan ansiedad.
  • Dar al niño varios segundos (por ejemplo, de diez a quince) para responder a las preguntas verbales. Siempre que sea posible, complementar preguntas verbales con la información visual.
  • Use métodos alternativos de evaluación, tales como exámenes orales o pruebas de demostración. Pruebas y evaluaciones escritas presentarán especial dificultad para los niños con problemas de atención y debilidades de organización.
  • Programe sus tareas y actividades más difíciles y desafiantes a primera hora de la mañana cuando el niño esté menos cansado.
  • Siga actividades difíciles con las actividades más interesantes o gratificantes. (“José, cuando termines la hoja de trabajo de matemáticas, puedes alimentar a la tortuga.”)
  • Evite juicios sobre su impulsividad, recuerde que estos comportamientos se producen por causas ajenas a la elección del niño. No culpe a la víctima.
  • Proporcione al niño con TDA-H oportunidades para mostrar el pensamiento divergente, creativo e imaginativo y de recibir el reconocimiento de su originalidad.
  • Anime al niño a centrar su atención en la tarea en cuestión, y refuerce el comportamiento apropiado cuando se produzca. Estos estudiantes tienen mucha dificultad para trabajar de forma independiente y tienen tendencia a posponer las cosas y perder el tiempo. Estos comportamientos pueden ser perjudiciales para la clase y frustrantes para el profesor.
Los maestros y los padres deben ver el trastorno por déficit de atención como un trastorno generalizado y complejo que afecta a casi todas las actividades e interacciones del niño. La impulsividad del niño puede hacerle tomar decisiones que pongan en peligro su seguridad; su distracción hace que sea extremadamente difícil para él entender y seguir instrucciones; sus dificultades de memoria hacen que el aprendizaje memorístico resulte problemático; sus problemas de procesamiento ejecutivo (capacidad para planificar y priorizar) presentan grandes desafíos cuando se trata de planificar las actividades diarias simples; sus deficiencias organizativas le causan enormes problemas con los deberes, tareas del hogar, y los proyectos a largo plazo.
Los maestros y los padres deben recordar las dos palabras más importantes cuando se trata de estos niños: “apoyo” y “desafío“. El adulto debe desafiar continuamente al niño con actividades destinadas a mejorar su comportamiento y su aprendizaje, a la vez que le proporciona el apoyo que necesita para cumplir con estos objetivos. Apoyo sin desafío carece de sentido y desafío sin apoyo es igualmente ineficaz.
 
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