Potenciando la autoestima
La idea que tenemos sobre nuestra capacidad para afrontar
una tarea o un problema, influye de forma decisiva en nuestro comportamiento.
La autoestima académica constituye la percepción y valoración que hace el
alumno de sí mismo asociada al entorno escolar. Si conseguimos potenciarla
obtenemos una forma de motivación que mantiene una relación directa con el
éxito académico, es duradera e independiente del profesor.
El docente debe contribuir a que los alumnos tengan
autoconceptos positivos pero, para poder infundirlos, ha de fortalecer su
propia autoestima. Hemos de predicar con el ejemplo. Cuando uno se siente
satisfecho y alegre es más fácil hacer las cosas.
A continuación enumeramos algunos factores críticos que el
profesor ha de considerar para potenciar
la autoestima de sus alumnos:
1) Asumir que todos tenemos capacidades.
2) Adaptar las tareas a las posibilidades del alumno.
3) Fomentar la participación.
4) Reconocer el esfuerzo realizado (el éxito se debe al
esfuerzo no a la capacidad).
5) Enseñar que el error forma parte del proceso de
aprendizaje.
6) Centrarse en las fortalezas del alumno no en sus
carencias.
7) Adoptar una perspectiva optimista y un estilo más positivo (ya sabemos que
nuestras creencias condicionan nuestros comportamientos).
Si no se facilitan expectativas de logro y el alumno
atribuye su éxito académico a acontecimientos que no puede controlar, ya sean
externos (“el profesor me odia”) o internos (“yo no valgo para las
matemáticas”), se puede provocar indefensión aprendida7 (ver video 2), sobre
todo si la autoestima es baja. Esta situación conlleva apatía casi total y una
pasividad permanente. Curiosamente, la mayoría de de decisiones en el ámbito
escolar relacionadas con el aprendizaje están fuera del control del alumno.
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