Enseñar al niño a dormir




Para que un niño pequeño se quede solito en su cama esperando conciliar el sueño necesita aprender antes que lo puede hacer. Ya tenga un año o tres, le resulta difícil irse a la cama si aún no ha sido vencido por el sueño o el cansancio.

En los inicios de este aprendizaje, tras meter a nuestro hijo en su cama, contarle el cuento de buenas noches y darle el besito especial de buenas noches es muy habitual oír a los pocos segundos de salir de su habitación un llanto o un “¡Mamá, ven!, ¡Tengo sed!, ¡Tengo miedo!, ¡ No quiero dormir!”.

¿Hemos de acudir cuando nos reclama?

Sí, hemos de acudir para tranquilizarle. No para cogerle en brazos, o sacarle de su cama y tampoco para atender a sus quejas o peticiones. Se trata más bien de hacer visitas cortas para tranquilizar al niño y darle mensajes positivos.
Así que cuando acudas a reconfortar a tu hijo ten en cuenta que tu actitud serena y de firmeza será muy importante. Si estás convencido de que el niño debe dormir en su propia habitación, no accedas a sus peticiones: “llévame a tu cama, quiero dormir contigo, un cuento más, quiero jugar más, etc.”. Ni tampoco te pongas a negociar con él ni te enfades por sus quejas.

¿Cómo responder? Frases que ayudan

Lo mejor es que respondas solo con tu presencia, con frases positivas y el beso de buenas noches:
  • Ante un “no tengo sueño", le puedes responder: “Tranquilo, mi vida, el sueño pronto vendrá y verás que bien vas a dormir. Buenas noches” Un besito y te vas de la habitación.
  • Ante un “¿me lees un cuento más?” le puedes decir: "Mañana te leeré otro cuento, esta noche ya te he leído el de las buenas noches. Te quiero cariño, felices sueños” y te vas.
  • Ante un “Mamá tengo miedo”, tu mensaje tranquilo y positivo puede ser: "Tranquilo, cariño, yo estoy cerca y tu muñequito te hace compañía; o piensa en colores bonitos cuando cierres los ojos, te harán sentir bien. Felices sueños”. Un besito y te vas.
  • “Tengo sed”: "Ahora no es momento de beber, así podrás dormir mucho mejor. Que duermas bien. Un besito y te vas. (Te recomiendo que antes de acostarle le des agua y le digas, “a partir de ahora es mejor no beber más agua hasta que te levantes por la mañana, así podrás dormir mucho mejor).
  • Ante un “¡No quiero dormir!” le puedes decir “Ya veo, cariño, pero ahora es el momento de dormir. Tranquilo que pronto te vendrá el sueño. Te quiero”. Un besito y te vas.
  • Ante un “Quiero dormir contigo”, le puedes dar el mensaje positivo de “lo sé cariño, pero es mejor para ti dormir en tu cama. Verás que bien vas a dormir.” Un besito y te vas.

Haz visitas cortas, no enciendas la luz y háblale con voz suave aunque tu peque llore o grite, así le puedes contagiar tu tranquilidad y serenidad. Tu hijo está aprendiendo de ti.
Para el niño no es fácil irse a la cama y esperar que le venga el sueño, se siente solito en la oscuridad de su cama y necesita asegurarse que no está solo, que sus papás están cerca y que no han desaparecido. Por eso reclama y se queja.
Al acudir estaremos evitando que su angustia por miedo o inseguridad aumente y por tanto le estaremos ayudando a tranquilizarse; además nuestros mensajes positivos y nuestra tranquilidad serán la clave para que poco a poco aprenda el hábito de dormir solo.

Felices Sueños….

Por: Cristina García. Pedagoga, terapeuta infantil, orientadora familiar y fundadora de Edúkame.

Comentarios