La socialización primaria en la familia es clave para la formación
de futuros ciudadanos adultos, responsables y comprometidos con la sociedad.
Esta socialización se consigue ejerciendo una parentalidad responsable y
positiva, basada en los derechos del niño, en el afecto y también en el establecimiento
de normas y límites.
La parentalidad positiva se basa en tres condiciones:
conocer, proteger y dialogar.
• Conocer y entender a los niños y las niñas: cómo sienten, piensan
y reaccionan según su etapa de desarrollo.
• Ofrecer seguridad y estabilidad: los niños y las niñas tienen
que confiar en sus padres y madres, sentirse protegidos y guiados.
• Optar por la resolución de los problemas de manera positiva:
sin recurrir a castigos físicos y humillantes.
Educar en positivo y desde el buen trato significa educarles
sin recurrir a gritos, insultos, amenazas, humillaciones, azotes o cachetes.
Estos castigos causan en los niños y las niñas dolor, tristeza, miedo, soledad,
culpabilidad y baja autoestima, y está demostrado que no son eficaces en la
educación de los hijos.
La parentalidad positiva exige paciencia, dedicación y esfuerzo.
No siempre es fácil, pero educar en positivo es posible.
Fuente:
Comparto plenamente las propuestas. Educar en positivo es centrarse en el potencial del niño, en su esencia, y valorarlo por quien es, mas por lo que hace. Estimulos, motivacion, reconocimiento, retos adecuados, diversion... ese es el camino. Gracias por el blog. Rosa Estañ, Coach Profesional y Familiar
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