La sordera no afecta exclusivamente al desarrollo del área comunicativo-lingüística, sino a todo el desarrollo de forma global. Si el niño sordo no dispone de un código que le permita comunicar y representar la realidad, su desarrollo cognitivo se verá afectado y este empobrecimiento intelectual afectará a su lenguaje, convirtiéndose en un círculo vicioso (Alonso y otros, 1991).
A su vez, su desarrollo social será más inmaduro, ya que la base de toda relación social está en disponer de una herramienta de comunicación que nos permita expresar y entender el entorno que nos rodea, planificar nuestras acciones y comprender las de los demás.
Ser sordo implica :
Ø Dificultades para incorporar y comunicar a través del código oral.
Un sordo necesita:
Ø Aprender de forma intencional el código mayoritario.
Ø Apropiarse y d e s a r r o l l a r tempranamente un código de comunicación útil, verbal o no verbal.
Ø Intervenir y estimular su lenguaje oral.
Ø Potenciar y aprovechar restos
auditivos.
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