Manejar el TDAH en clase

















Los alumnos con TDAH suelen presentar un rendimiento escolar 
inferior al que se espera por su capacidad. Además, 
entre los afectados por este trastorno, es frecuente 
encontrar dificultades en el aprendizaje de las áreas 
instrumentales: lenguaje y matemáticas. Suelen mostrar un 
déficit en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, 
lo que puede dificultar la relación con sus compañeros.
A continuación proponemos una serie de pautas como 
respuesta educativa enfocada a adecuar el contexto 
académico a las necesidades de los alumnos y a sus 
diferencias en la forma de aprender a través de medidas 
organizativas y  metodológicas que el profesor pueda poner 
en práctica en la clase. 
Es importante, además, mantener una comunicación 
frecuente y fluida con la familia de los alumnos con TDAH,
 para asegurar que se lleva a cabo un trabajo común y 
coherente, que resulte eficaz.

Un ambiente estructurado
Los alumnos con TDAH aprenden con más facilidad cuando la
 lección está cuidadosamente estructurada debido a la 
dificultad que tienen para organizar antes de actuar. En 
muchas ocasiones pueden no recibir las instrucciones 
completas aunque lo parezca, por lo que te recomendamos 
poner en práctica lo siguiente:

Adelanta la organización: Prepara a los alumnos para las 
lecciones y actividades que se van a llevar a cabo, 
explicando el orden en el que se va a desarrollar cada 
elemento a lo largo del día.
Revisa lecciones anteriores: Revisa los contenidos de la 
lección que se vieron por última vez, haciendo hincapié en 
los temas que más dificultades causaron y respondiendo 
de nuevo a algunas de las preguntas que surgieron durante esa clase.
Proporciona materiales de apoyo: Esto es realmente útil 
para apoyarles a la hora de realizar deberes y también para 
que puedan profundizar en lo que se ha estudiado.
Simplifica las instrucciones: Cuanto más sencillas y cortas 
sean las instrucciones y las tareas que se le den a los niños 
con TDAH más probabilidades hay de que completen lo que 
se les ha pedido y hagan una gestión efectiva del tiempo.
Avisar sobre las novedades: Si hay cualquier cambio en el 
horario de clases o alguna variación en la rutina debes 
resaltarlo varias veces y asegurarte de que se han enterado.
Horarios visibles: Habilitar en el aula un espacio para colocar 
el horario semanal y permitir que lo consulten siempre que sea 
necesario.
Listado de errores frecuentes: Entrégale al alumno con
 TDAH un folio donde por asignatura anotéis los errores que 
suele cometer, para que a la hora de hacer deberes, por 
ejemplo, pueda revisarlos y no los cometa de nuevo.
Listado de materiales para hacer los deberes: Esto le 
ayudará a organizarse y le facilitará el poder revisar que tiene 
las cosas necesarias para realizar todas las tareas.
Cuadernos de colores: Organiza con el alumno con TDAH 
el material de cada asignatura a principio de curso. Establece
 un cuaderno para cada asignatura o una pegatina de color 
en cada cuaderno, que le ayude a organizarse mejor.
Fechas de entrega y exámenes: Es muy útil reservar siempre 
un mismo espacio en la pizarra para anotar las fechas de 
entrega de tareas o de exámenes, dando tiempo para que 
ellos lo anoten también.

Un ambiente predecible
Es importante tener en cuenta que para un estudiante con 
TDAH el cambio de una asignatura, tarea o clase a otra 
resulta especialmente complicado, por lo que cuanto más 
predecible sea lo siguiente, más facilidad tendrá para adaptarse.

Se predecible: La estructura y estabilidad son elementos muy
 importantes para los niños con TDAH, muchos de ellos no se 
adaptan bien al cambio. Por ello puedes explicar las cosas de 
forma muy segmentada, con pasos muy concretos, que dejen
 muy claro lo que se espera de ellos y  las consecuencias por 
no realizarlo.
Establece expectativas de aprendizaje: Explícale a los 
alumnos qué es lo que se espera que aprendan durante la 
clase. De esta forma estableces unas metas alcanzables y 
medibles desde un principio.
Establece expectativas de comportamiento: Deja claro 
cómo deben comportarse los estudiantes mientras desarrollan
 las actividades o se les explica la lección.
Indica los materiales necesarios: Es mejor que identifiques 
los materiales que son necesarios (por muy evidentes que 
puedan parecer) a que ellos tengan que ir descubriendo o 
deducir qué es lo que  necesitan.
Destaca los puntos clave: Cuando entregues tareas a los 
niños subraya o resalta las palabras más relevantes para 
facilitar que los niños con TDAH no pierdan el foco sobre lo 
que hay que hacer. Si estáis leyendo un enunciado en la 
clase, puedes hacer un ejercicio para identificar los elementos 
más importantes de la tarea. 
Avisos: Puede resultar muy útil que avises a los alumnos de 
que una lección está a punto de acabar. Puedes avisar con
 5-10 minutos de antelación el tiempo que queda antes del 
cambio, para que se vayan preparando. También puedes 
avisar al principio de la clase el tiempo que se va a empeñar 
en cada lección.

Un ambiente adecuado para el aprendizaje
Siéntale en primera fila: Al estar más cerca de la pizarra y del 
profesor se distraerá menos y le será más fácil mantener la 
atención. Evita apartarle o aislarle en un rincón de la clase 
porque puede afectar negativamente a su autoestima y puede 
favorecer conflictos con sus compañeros.
Evita ponerle en evidencia: Procura no hacer diferencias 
entre estudiantes con TDAH y sin él, puesto que esto podría 
causar rechazo por parte de los compañeros. Por supuesto, 
evita siempre usar el sarcasmo o la crítica.
Utiliza materiales audiovisuales: El empleo de medios 
diferentes (vídeo, proyector, audio…) facilita que los alumnos
 en general, y especialmente los que tienen TDAH presten 
más atención. Puedes combinarlo con trabajos en grupo para 
incentivar el compañerismo.
Control de la agenda: Este control debes realizarlo a diario, 
para asegurarte de que han apuntado todas las tareas, y 
también que han metido en su mochila todos los materiales 
necesarios para realizarlas. En el caso de adolescentes, 
hay que realizar este control de una forma más sutil, para no 
dañar su autoestima.
Comprueba el rendimiento: Debes estar pendiente del 
comportamiento de los alumnos para detectar posibles 
muestras de frustración. Proporciona más explicaciones 
a estos alumnos para que comprendan el contenido de la
 lección y sean capaces de realizar las tareas y resolver los 
problemas.
Facilita que corrijan sus propios errores: Explica en cada
 tarea cómo identificar y corregir los errores, y proporciona 
un tiempo razonable para que puedan revisar su trabajo. 
Recuérdales elementos especialmente complicados o 
excepciones que deben tener en cuenta.
No limites el tiempo de los exámenes: Los exámenes con 
tiempo limitado pueden perjudicar notablemente a los niños 
con TDAH, debido a la presión del examen y del tiempo, es 
posible que no lo puedan completar satisfactoriamente. 
Puede ser de gran ayuda que permitas que los niños con 
TDAH dispongan de más tiempo o puedes facilitar para 
ellos otro formato de evaluación, a través del cual les resulte
 más sencillo demostrar su conocimiento.
Ordenar el pupitre: Reserva 5 minutos al día para que los 
alumnos organicen sus pupitres y mochilas, para que tengan 
los materiales necesarios a mano, y sea más fácil pasar de 
una asignatura a otra, evitando distracciones.


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