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La dislexia lleva asociadas algunas particularidades que la educación debería tener en cuenta. Rafael de Mora, autor de ‘Dislexia. El alma del disléxico’ nos cuenta el papel que juegan los docentes para ayudar a estos estudiantes.
Más allá de las diferentes definiciones de dislexia, es crucial comprender que los disléxicos son personas que tienen un neurobiotipo propio y diferencial llamado ‘Constitución Simbólica’, que implica algunas diferencias en la anatomía del cerebro y explica la especificidad de su psicología.
Los niños y adolescentes disléxicos destacan por su hipersensibilidad, curiosidad y creatividad. La hipersensibilidad les limita en sus relaciones sociales, induciéndoles a todo tipo de miedos irracionales. Por otro lado, la curiosidad les proporciona una psicología disruptiva que choca con la metodología académica; y la creatividad se ve truncada por no ser parte del sistema. Así pues, la hipersensibilidad, que es la otra cara de la inteligencia, bloquea a esta última y la gran potencialidad de la curiosidad y la creatividad se ven frustradas por estar fuera del sistema. En consecuencia, la psicología propia de los disléxicos choca frontalmente con el sistema académico.
» La psicología propia de los disléxicos choca frontalmente con el sistema académico «
No se trata de crear escuelas segregadas, sino por el contrario, es prioritario crear unas escuelas integrativas donde ninguna persona quede fuera del sistema. Idealmente, la escuela debería ser un microcosmos de la sociedad, donde ésta estuviera perfectamente representada con toda su rica variedad de elementos constitutivos. La educación humanista es la respuesta.
Así pueden ayudar los docentes a estudiantes con dislexia
Todo lo que aquí se va a indicar es imprescindible para el alumnado disléxico, pero a su vez es realmente muy útil para el resto de los alumnos, por lo cual no es necesario hacer una distinción metodológica entre alumnos.
- Involucrar directamente al alumno en el aprendizaje de la materia y, para ello, hay que contextualizar los contenidos a enseñar e intentar aproximarlos a la vida cotidiana del alumno.
- La educación musical es la clave para el mejor desarrollo del cerebro de todos los alumnos. Esto significa que sus cerebros madurarán correctamente en tiempo y forma: algo crucial para todos ellos, porque el cerebro no termina de madurar hasta los 22 o 24 años de edad. Igualmente, no hay nada que mejor sociabilice que la ejecución musical. Lejos de ser tiempo perdido, es la mejor inversión que se puede hacer para la educación de los niños. El método Willems es el que recomiendo por propia experiencia.
- La educación física es crucial porque el desarrollo del sistema nervioso en general depende directamente de que previamente se haya desarrollado el sistema musculoesquelético, lo cual sólo puede realizarse mediante el ejercicio físico intenso. Para los disléxicos, es especialmente importante realizar deportes que desarrollen el equilibrio, como los juegos de balón en equipo, los relacionados con el patinaje, las artes marciales, etc.
- La ortografía es el caballo de batalla de todos los disléxicos, al igual que los idiomas extranjeros. El secreto para esta cuestión es explicar la gramática (que incluye a la ortografía) como una arquitectura del lenguaje donde todos sus elementos han de tener una coherencia estructural relacionada con el sentido que deseemos dar. El disléxico vive la gramática y la ortografía como algo arbitrario y caótico, por lo que cuando comprende que ambas tienen reglas que se pueden aprender, el problema se desvanece.
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