Sabemos que hay muchos niños (y docentes también) que suelen aburrirse en clase. Pero ¿Cómo podemos evitar el aburrimiento en el aula? Especialmente son los niños entre 4 y 11 años los que tienden a aburrirse (muchas veces expresándolos verbalmente, otras teniendo comportamientos violentos o de desobediencia, etc).
Podemos definir la palabra aburrimiento como el desinterés hacia algo. Es un estado emocional de la persona que bien puede ser provocado por estímulos externos como internos. Básicamente, el aburrimiento aparece cuando la persona se expone a un estímulo constante, monótono o repetitivo.
Como evitar el aburrimiento en el aula en niños de 4 a 11 años
Al establecer estrategias para evitar el aburrimiento en el aula en los niños entre 4 y 11 años, es importante tener en cuenta que cada niño tiene un tipo de aprendizaje diferente a otro y que las situaciones de vida que rodean a un alumno o a otro, son muy diversas pudiendo incidir notalmente en la falta de concentración y motivación.
No obstante, debemos siempre recordar que los alumnos aprenden mucho más de lo que hace una persona, que de lo que dice la misma persona. En consecuencia, si el docente se encuentra motivado, podrá trasmitir esta motivación a los niños.
Períodos “ventanas” entre los 4 y los 11 años para el aprendizaje
Durante esta etapa se genera lo que en neurociencia se conoce como período ventana. Aunque existen otros (uno anterior; entre los 0 y 3 años y otros posteriores a esta etapa) durante este tiempo tiene lugar determinados acontecimientos, programas genéticos que indican las zonas determinadas que deben conectarse con otras. Es en esta ventana que la corteza cerebral comienza a establecer conexiones con otras partes del cerebro; la amígdala (quien se encarga de generar las emociones) y el hipocampo (que gestiona la memoria).
Las emociones y la amígdala
Las conexiones de la amígdala con la corteza implican que, lentamente, los pequeños comienzan a controlar sus emociones. Es por esta razón que antes de los 4 años resulta muy difícil establecer cierto control de las mismas, aunque este proceso finalizará arribando a la adolescencia.
Si bien antes de los 4 años los niños incorporan aprendizaje de manera emocional, este era de forma inconsciente. En consecuencia, entre los 4 y los 11 años de edad, los niños toman conciencia de la emoción que están aprendiendo. Entonces; al ingresar en los 4 años y posteriormente, los niños aprenderán aquello que les interesa y si lo que aprenden no les produce ningún interés para ellos, entonces comenzarán a aburrirse.
El miedo: un sentimiento contraproducente en educación
Ya hemos dicho que la amígdala es quien gestiona las emociones. Por eso, el miedo es uno de los sentimientos que se han utilizado (arcaicamente) en los comienzos de la educación (no sin consecuencias desagradables, claro). Sin embargo, el miedo puede desencadenar en algo mucho peligroso: la desconexión de los alumnos. Esta desconexión se conoce como apagón emocional. Este apagón emocional es la cancelación, anulación de todo tipo de aprendizaje por parte de los niños en relación a la enseñanza. Volver a desandar el camino una vez que se produce un apagón emocional, es dificultoso, extenso en el tiempo y siempre requiere de uno o más de un profesional que ayude en este recorrido de reconexión.
La función del hipocampo
Ya dijimos con anterioridad que este es el gestor de la memoria. El hecho de mencionar al hipocampo en estas edades y las conexiones que se establecen entre estas y el hipocampo implica que, a partir de los 4 años, los niños comienzan a tener registro y recuerdo de su memoria.
En consecuencia, si recordamos lo que hemos dicho hasta aquí, podremos arribar a una conclusión parcial: entre los 4 y los 11 años es más importante aprender por el gusto (participación de la amígdala) que aprender de manera mecánica y memorística.
6 Estrategias para evitar el aburrimiento en clase
Finalmente te dejamos 6 estrategias o consejos para evitar el aburrimiento en el aula:
- Realiza clases dinámicas y con variedad
Ten en cuenta que los niños de entre 4 y 11 años se aburren a los 10 – 20 minutos (tiempo que va aumentando conforme avanzan en edad). Es por esto, que lo mejor es crear actividades que sean entretenidas y variadas para ellos y que las mismas no demoren más de 10 o 15 minutos cada una.
- Incluye el juego dentro del aprendizaje
Los niños, naturalmente, juegan. Así aprenden e incorporan el mundo que les rodea. Podríamos decir que el juego es su actividad principal y su forma de comunicación, por lo tanto, incluir el juego como parte del aprendizaje será una forma divertida y estimulante de enseñar y evitar el aburrimiento en las clases. Adicionalmente, debemos recordar que el juego, dentro del aula también puede cumplir la función de distracción. Es decir, hay que incluir al juego como parte del proceso de aprendizaje por un lado y como fin en sí mismo para el descanso de la enseñanza, por el otro. Ambas finalidades deben hallarse en equilibrio para ser efectivas dentro del aula.
- Mirarles a los ojos
Parece algo que tiene poco sentido para el aprendizaje. No obstante, establecer el vínculo visual de forma individual y no forzada con cada uno de ellos permitirá que el aprendizaje sea mejor asimilado para ellos. En otras palabras, conocerles y destacar sus fortalezas individuales así como también conocer sus debilidades podría ayudarnos (como docentes) mucho a ayudarles en el proceso de aprender.
- Incluye la tecnología en el aula
Permite que los niños realicen trabajos prácticos o actividades y crea un blog en donde ellos puedan subir los mismos. Emplear la tecnología dentro del aula utilizando este recurso te permitirá, en todo momento, poder estar en contacto con los niños y que ellos puedan acudir allí para ver como otros niños han realizado sus trabajos. Esto, lejos de ser una comparación, permite establecer un vínculo de contención entre los niños y con el docente. Adicionalmente, estarás creando formas alternativas y estimulantes para que el aprendizaje exceda el aula.
- Que tu clase sea: curiosa, segura y alegre
Si hablamos de una clase curiosa, debemos tener en cuenta la variedad y las características de cada niño. No realices clases monótonas sino todo lo contrario. No obstante, siempre debemos realizar una planificación de la misma; solo que en este caso te proponemos lo hagas de formas curiosas que generen el entusiasmo en los niños.
Además de esto, debemos trasmitirles seguridad a los pequeños. Esto es en relación a lo que están aprendiendo. Por ejemplo, si incluimos el juego como método para enseñar geografía, al finalizar el mismo podemos hacer un breve repaso de lo que se ha aprendido con ese juego. Esto produce seguridad y ayuda a fijar los conocimientos ya trabajados.
Por último, tenemos que tener en cuenta que la alegría conduce y ayuda a que los conocimientos se asimilen de forma más efectiva en el hipocampo, gracias a la ayuda de la amígdala que genera emociones (en este caso positivas) y que permite que todo aprendizaje sea incorporado de mejor forma.
- Intenta producir admiración
Con esto lo que queremos decir y trasmitir es que es muy importante generar conductas que sean dignas de imitar por los niños. La admiración produce que los pequeños quieran imitarnos y esto se traduce en un mejor aprendizaje.
FUENTE: Educapeques - Portal Educativo para Tareas Escolareshttps://www.educapeques.com
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