Es común que los niños en edad preescolar se pongan a llorar cuando “arruinan” uno de sus dibujos. Sin embargo, usted no esperaría que un niño de 10 años hiciera algo así. La mayoría de los niños de esa edad controlan mejor sus emociones.
No obstante, algunos niños tienen dificultad para manejar sus emociones incluso cuando son mayores. Ya sea que se trate de miedo, frustración, tristeza o decepción. Puede que a menudo lloren, griten, lancen objetos o digan cosas hirientes.
Si su hijo tiene problemas con las emociones, tal vez usted se pregunte a qué se debe. ¿Es que su hijo está tardando más tiempo en desarrollar la capacidad de controlarse o se trata de otra cosa?
Conozca más sobre la dificultad para manejar emociones, y qué podría ayudar a su hijo.
Señales de dificultad para manejar emociones
Cuando los niños tienen dificultad para manejar sus emociones, las señales suelen ser bastante claras. Lloran, hacen berrinches o incluso se vuelven agresivos. Pero hay otras señales que son menos evidentes. Estos son algunos ejemplos:
- Se frustran y se dan por vencidos con facilidad.
- Se preocupan demasiado o durante mucho tiempo por cosas insignificantes.
- A menudo se sienten lastimados, incomprendidos o víctimas.
- No pueden dejar de lado las cosas que los molestan.
- Están de mal humor o irritables.
Los niños no solo tienen problemas con las emociones negativas, también pueden tenerlos con sentimientos de alegría. Algunos se excitan demasiado. Otros hablan sin parar del gol que anotaron o de una fiesta de cumpleaños que se aproxima. Aunque las emociones sean positivas, no significa que estén bajo control.
Qué causa dificultad para manejar las emociones
Hay muchas razones por las que los niños tienen problemas con las emociones. Algunos niños sienten con mayor intensidad, ya sean cosas buenas o malas, y necesitan ayuda para aprender a manejar esos sentimientos.
Otros puede que estén pasando por un mal momento. Tal vez estén siendo acosados o están teniendo problemas con amigos. Los cambios importantes en el mundo y en el hogar son otro factor. Por ejemplo, una mudanza, la llegada de un nuevo hermano, el divorcio de sus padres o la pérdida de un ser querido.
La ansiedad también puede influir en la habilidad de los niños para enfrentar situaciones. Los niños que se sienten preocupados o estresados podrían tener dificultad para evitar que sus emociones se desborden. A veces la ansiedad es temporal, pero si se prolonga puede ser señal de un problema de ansiedad más serio.
Algunos niños se sienten abrumados por sentimientos intensos y tienen problemas para calmarse. Otros tienen dificultad para expresar sus emociones con palabras porque carecen de habilidades de lenguaje o del vocabulario para hablar de lo que sienten.
Los niños con problemas de atención también pueden tener dificultad para manejar las emociones. Los problemas de atención pueden ser una señal de TDAH y podría parecer que no están relacionados con las emociones. Sin embargo, tener dificultad con el control de emociones (y con el autocontrol en general) es común en niños que tienen TDAH.
Sin importar qué esté causando los desafíos, hay muchas maneras en que usted puede ayudar a su hijo a controlar mejor sus emociones.
Qué hacer a continuación
Cuanto más entienda qué está pasando con su hijo, mejor podrá ayudarlo. Un buen punto de partida es tomar notas sobre lo que está observando en la casa. Busque patrones. ¿Cuándo tiene dificultades su hijo? ¿Cómo reacciona?
Si su hijo se frustra y se rinde fácilmente, completar un registro de frustración puede ayudarlo a descubrir el motivo.
Hable con alguien sobre lo que usted ha venido notando. El maestro y el proveedor de atención médica de su hijo tal vez tengan sugerencias sobre cómo ayudar.
Incluso si usted no sabe qué está causando los problemas de su hijo para manejar las emociones, puede ayudarlo. Fomente el desarrollo de un vocabulario emocional, utilizando películas, programas de televisión y libros que les permitan hablar sobre los sentimientos de otras personas.
Tenga en cuenta que los problemas emocionales pueden afectar la autoestima de su hijo. Puede que sean muy notorios y su hijo podría sentirse juzgado. Elogie a su hijo si nota que él respira profundamente o trata de lidiar con la situación de otra manera. Estos reconocimientos pueden motivarlo a seguir intentándolo.
Puntos clave
- La frustración y la ansiedad son comunes en niños que tienen problemas con las emociones.
- También pueden tener dificultad con el manejo de emociones positivas, no solo con las negativas.
- Tome notas sobre cómo y cuándo tiene dificultades su hijo, y hable con alguien sobre lo que está observando.
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