Ansiedad en los niños por el regreso a clases: A qué estar atento este año




  • Muchos niños se sienten ansiosos este año por el regreso a la escuela.
  • Algunos temen enfermarse o que alguien de su familia se enferme. A otros les preocupa haberse atrasado en alguna materia y no poder ponerse al día.
  • La ansiedad puede dificultar que los niños usen las habilidades que aprendieron para manejar situaciones difíciles.

En un año escolar normal, usted esperaría que su hijo estuviera un poco nervioso por el regreso a clases. Pero el regreso a clases este año es muy diferente. Muchos niños podrían sentir ansiedad o miedo, sobre todo si irán a la escuela.

Incluso los niños que suelen tener ganas de volver a la escuela podrían sentirse ansiosos este año. La situación puede ser aún más complicada para los niños con dificultades para aprender o hacer amigos.

Si su hijo se siente ansioso por el regreso a clases, ¿cómo saber si es una situación pasajera o un problema más serio? Averigüe más sobre la ansiedad en niños por el regreso a la escuela.

Por qué los niños se sienten ansiosos este año

Algunas de las preocupaciones por el regreso a clases son nuevas y consecuencia de la pandemia. Estas preocupaciones se suman a las que ya tenían los niños con dificultades.

Estas son algunas cosas que pueden causar ansiedad a los niños:

  • Estar atrasado en algunas materias y creer que no podrán ponerse al día.
  • Integrarse socialmente después de estar tanto tiempo alejados de otros niños.
  • Seguir las reglas de seguridad (o que otros niños no las sigan).
  • Enfermarse o que alguien de su familia se enferme.
  • No sentirse preparado para los cambios o no saber qué esperar.
  • Tener que hablar de cosas que sucedieron en su familia, como enfermedades, muerte o la pérdida de un empleo.

COVID-19 no es la única causa de estrés emocional en esta temporada de regreso a la escuela. “Yo enseño a estudiantes de bachillerato que mayoritariamente son negros y provenientes de familias pobres, y mis propios hijos son birraciales”, dice Julián Saavedra, maestro de Belmont Charter High School en Filadelfia. “Al estrés causado por COVID se ha sumado el estrés por la violencia policial, las protestas, y la discusión sobre el racismo a nivel nacional.”

Cuando la ansiedad se vuelve un problema

La mayoría de los niños y los adultos han experimentado ansiedad en algún momento. Manos sudorosas, corazón acelerado y dolores de estómago leves son algunos de los síntomas, pero en la mayoría de los casos son pasajeros.

La anticipación de un evento a menudo causa más preocupación que el evento en sí. “Una vez que la persona se encuentra en la situación que le generaba nerviosismo, este sentimiento empieza a desaparecer”, dice Kristen Carothers, psicóloga clínica en Atlanta. “Podría darse cuenta de que es capaz de seguir adelante y hasta disfrutar el momento”.

Sin embargo, no todos los niños sentirán que tienen controlada la situación una vez que se encuentran en ella. Se puede generar una ansiedad severa como resultado de lo que se conoce como estrés tóxico. Si la ansiedad es intensa y no desaparece es entonces cuando se vuelve un problema.

“La sensación es tan fuerte que se producen síntomas de pánico, como dificultad para respirar y querer escapar de la situación”, añade Carothers. Y cuando los niños no pueden escapar de algo que les molesta, puede que reaccionen de manera inapropiada. Podrían agredir o ser groseros y meterse en problemas. Algunos niños que se sienten demasiado ansiosos pueden incluso negarse a ir a la escuela.

Qué hacer si su hijo siente ansiedad

Si su hijo siente ansiedad al pensar en la vuelta a clases, puede que usted no sepa qué hacer (es aún más difícil si usted también se siente ansioso). Explique a su hijo que muchas personas se sienten ansiosas por tener que regresar a la escuela o al trabajo, incluyendo los maestros y otros niños en su escuela. Asegúrele que es natural sentirse así, y que usted siempre estará disponible para hablar y escucharlo.

Tome nota de las señales de ansiedad que observe y cuándo las observó. Esto lo ayudará a identificar patrones de conducta en su hijo. Estas señales pueden ser:

  • Físicas, como dolor de cabeza, de estómago o dificultad para dormir.
  • Emocionales, como llanto, miedo o una preocupación constante.
  • Conductuales, como preguntarse constantemente “y si hubiera”, hacer berrinches o negarse a ir a la escuela.

Anotar lo que está observando facilitará explicárselo a personas que pudieran ser de ayuda, como maestros o profesionales de la salud mental.

Este año es particularmente importante comunicarse con el maestro de su hijo. Hable de los temores específicos de su hijo y estrategias que pueda implementar en la casa. Muchos maestros están aprendiendo estrategias para reducir la ansiedad en sus estudiantes. Esté atento a las notificaciones del director o del maestro sobre este tema.

Cuando comiencen las clases, manténgase en contacto con el maestro de su hijo para enterarse de su progreso. Juntos pueden averiguar cómo maneja su hijo la ansiedad, y si podría haber otros problemas que requieren más apoyo.

A continuación: Averigüe cómo colaborar con el maestro de su hijo.

Puntos clave

  • Los niños que tenían dificultades en la escuela o con los amigos podrían sentirse especialmente ansiosos este año.
  • Una vez que los niños se encuentran en la situación que les causa ansiedad y la pueden manejar, esos sentimientos suelen desaparecer.
  • Sin embargo, puede que la ansiedad no desaparezca. Es importante colaborar con el maestro para monitorear la situación.
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