Método silábico: características de esta técnica de lectoescritura




El método silábico de lectoescritura es una de las metodologías más populares a la hora de enseñar a leer y a escribir.
Este método fue desarrollado por los pedagogos alemanes Friedrich Gedike y Samiel Heinicke, y consiste en enseñar la lectura combinando vocales y consonantes para formar sílabas. Progresivamente, se va incorporando mayor dificultad, alcanzando como últimos niveles la formación de palabras y frases con sentido. Veamos cuáles son sus características y cómo se utiliza.

Características del método silábico

El método silábico es un método sintético, es decir, parte de pequeñas unidades y poco a poco va abordando unidades más complejas. Utiliza las sílabas como las unidades individuales básicas, yendo más allá de los sonidos individuales de las letras.
Cuando hablamos, no pronunciamos los sonidos de cada letra de forma aislada. Lo hacemos pronunciando de forma silábica, es decir, emitiendo combinaciones de dos o más sonidos. Es por ello que este método parte de la sílaba como unidad de aprendizaje de la lectoescritura, dado que es la unidad pronunciable más pequeña.
Mientras que los otros sistemas de enseñanza de la lectura se centran de forma aislada o bien en la grafía (como se escribe la letra), o bien sólo en el fonema (su pronunciación), el método silábico permite combinar estos dos aspectos, enseñando a cómo pronunciar sílabas y poco a poco enseñando cómo utilizarlas para formar palabras y frases.

¿Cómo se usa para aprender a leer y a escribir?

El método silábico permite enseñar a leer a los estudiantes siguiendo un proceso en el cual se va aumentando la complejidad. Primero, se familiariza a los niños con las letras y sus sonidos. Una vez ya han aprendido cómo suena cada una de las letras, se procede a enseñar combinaciones de sonidos.
Se empieza con las vocales, pudiendo incorporarse imágenes y palabras para facilitar su aprendizaje. Una vez alcanzado este punto, se les enseña sílabas compuestas por combinaciones de una consonante seguida de una vocal (p.ej., ma, me, mi, mo y mu). Una vez han aprendido estas combinaciones, se incrementa la dificultad enseñando sílabas más difíciles de pronunciar, con dos consonantes (p.ej., bra, bre, bri, bro y bru). Cuando los alumnos ya dominan estos dos tipos de sílabas, se enseñan las que tienen una estructura inversa, es decir, una vocal seguida de una consonante (p.ej., ar, er, ir, or y ur).
Finalmente, se enseñan las sílabas de mayor dificultad, aquellas en las que hay diptongos (p.ej., gua, güe...), triptongos (miau), cuatro letras (p.ej., pres) y sílabas mixtas.
La enseñanza del método silábico se puede realizar utilizando libros con varios tipos de sílabas, los cuales se denominan silabarios.

Ventajas de este método educativo

El método silábico presenta una serie de ventajas que lo llevaron a ser uno de los métodos más populares a la hora de enseñar a leer y escribir:

1. Omite el deletreo de cada letra por separado

Le da importancia a la pronunciación de sílabas.

2. Las sílabas son unidades sonoras

Esto permite la adquisición de la lectoescritura de una forma ágil y rápida dado que se pueden memorizar más fácilmente.

3. Se puede enseñar de forma lógica y organizada

Esto se hace presentando ejercicios con sílabas cada vez más complejas y siguiendo una jerarquía preestablecida.

4. Es muy útil en ciertos idiomas

El método silábico es muy efectivo a la hora de enseñar a cómo escribir y leer lenguas como el español o el finés, dado que son muy fonéticas (lenguas transparentes) y se escriben tal cual suenan.

5. Potencia la autonomía en niños y niñas

Al ser un método sencillo de aprender también permite ser enseñado de una forma fácil, fomentando a que sean los propios alumnos los que ayuden a otros a aprender a leer y escribir.

6. No es muy costoso

No se requieren demasiados recursos para aplicarse, siendo un método relativamente económico de aplicar en el aula.

Desventajas

Si bien se ha mostrado muy efectivo a la hora de enseñar a leer y escribir, el método silábico presenta una serie de desventajas, las cuales pueden hacer que sean más adecuados otros métodos dependiendo de la situación:

1. Puede generar impaciencia

Al partir de la pronunciación de las vocales y sílabas más simples, y poco a poco añadirle complejidad, puede darse el caso de que los alumnos no vean necesario pasar por tantos pasos para aprender a leer y escribir.

2. Se basa en unidades sin significado

La sílaba, como unidad, carece generalmente de significado por sí misma.

3. Puede hacerse monótono

A algunos niños no les gusta el método silábico, dado que implica tener que aprender de una forma mecánica y repetitiva las sílabas, lo cual puede volverse un proceso aburrido.

4. Puede confundir con el objetivo a alcanzar

Al ser un aprendizaje mecánico el niño puede centrarse únicamente en cómo leer y escribir correctamente las sílabas, pudiendo no entender el texto como un todo y presentando dificultades en su comprensión.

5. La posibilidad del silabeo

Puede darse el silabeo, que es el fenómeno en el que los niños leen cada una de las sílabas que constituyen las palabras por separado en vez de leer la palabra como un todo.

6. En algunos idiomas cuesta más

No es el método más adecuado para aprender lenguas que se leen de manera diferente a como se escriben, como el inglés o el francés (lenguas opacas).

Otros métodos

Si bien el método silábico ha resultado útil para lenguas transparentes como el español, existen otros métodos que han sido a lo largo de la historia de la enseñanza con la finalidad de perfeccionar las habilidades de lectoescritura.

1. Método literal

El alumno comienza a aprender las vocales y luego pasa a las consonantes, una a una. Aprende a llamar a cada una de las letras por su nombre (“pe”, “ene”, “cu”...). Esto supone un problema, dado que deja de lado cómo suenan las letras en la palabra y las reglas que rigen su fonología.

2. Método fónico

Se enseña el sonido de cada letra. Habitualmente se acompaña a cada sonido con una imagen que es reconocible para el niño, permitiendo asimilarlo más fácilmente (p.ej., el sonido /s/ con la imagen de una serpiente).
Este método se puede llevar a cabo gradualmente y facilita que el niño vaya acostumbrándose a cualquier nuevo sonido. No obstante, dado que hay letras que se pronuncian igual, pueden darse confusiones (p.ej., la “ce” con la “zeta” y la “ka”).

3. Método global

A diferencia del método silábico, en este método se parte de la palabra o frase y se va yendo progresivamente hacia sus elementos: sílabas, letras y sonidos. Es decir, va en la dirección contraria.
Primero, los niños aprenden las palabras como un todo, acompañadas habitualmente de imágenes que las representan, y poco a poco se les hace conscientes de los fonemas y grafías que las componen.
Autor: Nahum Montagud

Referencias bibliográficas:

  • Marchesi, A., Coll, C. y Palacios, J. (2004). Desarrollo psicológico y educación.: 3. Trastornos del desarrollo y necesidades educativas especiales. Madrid: Alianza Editorial.
  • Calderón G., G.; Carrillo P., M., y Rodríguez M., M. (2006). La conciencia fonológica y el nivel de escritura silábico: un estudio con niños preescolares. Límite, 1(13), 81-100F
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