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Tratar con niños con TDAH puede ser difícil, y lo dicen incluso los maestros de educación especial, formados de forma más específica para ello. Sin embargo, existen un montón de actividades y cosas que se pueden hacer en el aula y que suelen funcionar con estudiantes de estas características.
Como muchos niños con TDAH tienen otros problemas de aprendizaje añadidos, la posibilidad de mantener la atención y no dispersarse aumentará si no se aplican las estrategias adecuadas para evitarlo.
Tratar con niños con TDAH puede ser difícil, y lo dicen incluso los maestros de educación especial, formados de forma más específica para ello. Sin embargo, existen un montón de actividades y cosas que se pueden hacer en el aula y que suelen funcionar con estudiantes de estas características.
Como muchos niños con TDAH tienen otros problemas de aprendizaje añadidos, la posibilidad de mantener la atención y no dispersarse aumentará si no se aplican las estrategias adecuadas para evitarlo.
Propuestas de estrategias para aplicar con estudiantes con TDAH
- Da un trozo de plastilina o masa de sal casera al alumno/a mientras das las instrucciones oportunas, lees en voz alta, etc. Otra idea muy válida es la de permitir que dibuje o coloree. Esto, aunque puede parecer que aísla al niño con TDAH, en realidad sirve muchas veces para que dichos alumnos se concentren mejor y absorban con más facilidad todo aquello que escuchen o tengan que hacer.
- Levanta a toda la clase y muévete de vez en cuando. Realizar estiramientos sencillos de unos dos minutos entre clase y clase, puede ser muy efectivo para compensar la energía de los estudiantes. Estos movimientos también pueden hacerse en forma de juegos educativos.
- Hazte con juguetes tranquilos o de esos que ayudan a reducir el estrés, pues ello será crucial en los momentos en que desees que adquieran y retengan mucha información a la vez. Los niños con TDAH suelen necesitar más tiempo para procesar las informaciones, por lo que muchas veces terminan dispersándose y perdiendo la atención o teniendo comportamientos disruptivos. Este tipo de juguetes, en consecuencia, ayudan a ocupar los impulsos físicos, lo que permite que el cerebro funcione mejor y el alumno pueda concentrarse.
- Dale al niño tareas importantes para hacer, especialmente aquellas que requieran de esfuerzo o movimiento del cuerpo. Por ejemplo, “¿podrías llevarme esto a mi despacho? ¿Podrías ayudarme a repartir estos folios?” Es crucial que un niño o niña con este trastorno sienta que forma parte de todo un conjunto, pues esto permitirá que se enfaden o se sientan confundidos con menos frecuencia. Por eso las ordenes marcadas y los objetivos claros y sencillos funcionan muy bien, incluso en forma de recordatorios o mensajes visuales.
- Haz que el resto de profesores y las familias se involucren de inmediato en el proceso y apliquen, de igual forma, las actividades que creas que funcionan mejor con el alumno en cuestión.
- Si el niño tiene problemas severos con el movimiento y la necesidad de espacio, puedes utilizar cinta adhesiva para marcar su zona en el suelo. Si crees que esta diferenciación podrá traer problemas en el conjunto de la clase, asigna a cada niño un color y delimita la zona de todos por igual. Deberás explicar que cada color será la zona de trabajo de cada uno y que nadie podrá entrar en ella.
- Paseate por el aula o sitúa al alumno con TDAH cerca de tu puesto para que puedas colocar la mano sobre su hombro o sobre su mesa cuando veas que comienza a inquietarse. Una señal de confianza y comprensión nunca está de más.
- Muchos niños con TDAH necesitan algo que tocar mientras aprenden y atienden las explicaciones de clase con el objetivo de concentrarse, como veíamos en el primer punto. En este sentido, otra práctica positiva puede ser la de colocar un trozo de velcro (con la parte suave hacia arriba) en la zona de debajo de la mesa, para que pueda frotarlo y controlar sus impulsos mientras trabaja.
Estrategias específicas para la necesidad de movimiento
- Da un trozo de plastilina o masa de sal casera al alumno/a mientras das las instrucciones oportunas, lees en voz alta, etc. Otra idea muy válida es la de permitir que dibuje o coloree. Esto, aunque puede parecer que aísla al niño con TDAH, en realidad sirve muchas veces para que dichos alumnos se concentren mejor y absorban con más facilidad todo aquello que escuchen o tengan que hacer.
- Levanta a toda la clase y muévete de vez en cuando. Realizar estiramientos sencillos de unos dos minutos entre clase y clase, puede ser muy efectivo para compensar la energía de los estudiantes. Estos movimientos también pueden hacerse en forma de juegos educativos.
- Hazte con juguetes tranquilos o de esos que ayudan a reducir el estrés, pues ello será crucial en los momentos en que desees que adquieran y retengan mucha información a la vez. Los niños con TDAH suelen necesitar más tiempo para procesar las informaciones, por lo que muchas veces terminan dispersándose y perdiendo la atención o teniendo comportamientos disruptivos. Este tipo de juguetes, en consecuencia, ayudan a ocupar los impulsos físicos, lo que permite que el cerebro funcione mejor y el alumno pueda concentrarse.
- Dale al niño tareas importantes para hacer, especialmente aquellas que requieran de esfuerzo o movimiento del cuerpo. Por ejemplo, “¿podrías llevarme esto a mi despacho? ¿Podrías ayudarme a repartir estos folios?” Es crucial que un niño o niña con este trastorno sienta que forma parte de todo un conjunto, pues esto permitirá que se enfaden o se sientan confundidos con menos frecuencia. Por eso las ordenes marcadas y los objetivos claros y sencillos funcionan muy bien, incluso en forma de recordatorios o mensajes visuales.
- Haz que el resto de profesores y las familias se involucren de inmediato en el proceso y apliquen, de igual forma, las actividades que creas que funcionan mejor con el alumno en cuestión.
- Si el niño tiene problemas severos con el movimiento y la necesidad de espacio, puedes utilizar cinta adhesiva para marcar su zona en el suelo. Si crees que esta diferenciación podrá traer problemas en el conjunto de la clase, asigna a cada niño un color y delimita la zona de todos por igual. Deberás explicar que cada color será la zona de trabajo de cada uno y que nadie podrá entrar en ella.
- Paseate por el aula o sitúa al alumno con TDAH cerca de tu puesto para que puedas colocar la mano sobre su hombro o sobre su mesa cuando veas que comienza a inquietarse. Una señal de confianza y comprensión nunca está de más.
- Muchos niños con TDAH necesitan algo que tocar mientras aprenden y atienden las explicaciones de clase con el objetivo de concentrarse, como veíamos en el primer punto. En este sentido, otra práctica positiva puede ser la de colocar un trozo de velcro (con la parte suave hacia arriba) en la zona de debajo de la mesa, para que pueda frotarlo y controlar sus impulsos mientras trabaja.
Estrategias específicas para la necesidad de movimiento
- Permite que el estudiante se mueva de su asiento, cambie a otro o se levante de vez en cuando. Muchos niños con TDAH no pueden permanecer quietos durante toda una clase, con lo que siempre puedes reducir la hora de la misma y dedicar 5 o 10 minutos a hacer juegos o charlas al aire libre para desconectar, o utilizar un espacio delimitado para que aquel estudiante que lo necesite pueda levantarse y coger un libro o algún juguete educativo. Dedicar una zona al fondo de la clase para ello evitará que el resto se desconcentre.
- Utiliza notas de papel adhesivas para colocar en las mesas. Estas notas indicarán comportamientos que el maestro espera que sucedan, generalmente relacionados con normas de comportamiento. Cada vez que dichos comportamientos no sucedan, el profesor deberá retirar una nota de la mesa. Si al término de la jornada queda aún alguna nota o tira adhesiva sobre la mesa, habrá llegado el momento de la recompensa: una pegativa, un sello, tiempo para jugar, para leer…
Esperamos que algunas de estas ideas sirvan para que el trabajo en las aulas sea más sencillo y beneficioso para todos. En cualquier caso, será bueno también el establecer contacto y comunicación con otros profesores que tengan alumnos diagnosticados con TDAH, para poder comparar y aprender nuevas estrategias a utilizar.
La comunidad educativa debe siempre sumar por el bien de los peques.
Autor: Jesús Falcón
FUENTE:
- Permite que el estudiante se mueva de su asiento, cambie a otro o se levante de vez en cuando. Muchos niños con TDAH no pueden permanecer quietos durante toda una clase, con lo que siempre puedes reducir la hora de la misma y dedicar 5 o 10 minutos a hacer juegos o charlas al aire libre para desconectar, o utilizar un espacio delimitado para que aquel estudiante que lo necesite pueda levantarse y coger un libro o algún juguete educativo. Dedicar una zona al fondo de la clase para ello evitará que el resto se desconcentre.
- Utiliza notas de papel adhesivas para colocar en las mesas. Estas notas indicarán comportamientos que el maestro espera que sucedan, generalmente relacionados con normas de comportamiento. Cada vez que dichos comportamientos no sucedan, el profesor deberá retirar una nota de la mesa. Si al término de la jornada queda aún alguna nota o tira adhesiva sobre la mesa, habrá llegado el momento de la recompensa: una pegativa, un sello, tiempo para jugar, para leer…
Esperamos que algunas de estas ideas sirvan para que el trabajo en las aulas sea más sencillo y beneficioso para todos. En cualquier caso, será bueno también el establecer contacto y comunicación con otros profesores que tengan alumnos diagnosticados con TDAH, para poder comparar y aprender nuevas estrategias a utilizar.
La comunidad educativa debe siempre sumar por el bien de los peques.
Autor: Jesús Falcón
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