Cómo volver a clase | Consejos para padres






Cómo volver a clase | Consejos para padres

La vuelta al colegio o al instituto después del largo 
verano suele suponer un reto para los jóvenes. Llevamos 
dos meses con unas reglas más flexibles, no hay 
prácticamente horarios, ni responsabilidades. La mayor
 parte de su tiempo se ha dedicado al ocio de forma 
absolutamente libre.Les hemos permitido una libertad casi 
completa y, de repente,queremos que vuelvan a encorsetarse 
en una rutina muy estructurada. Lo que en adultos parece  lo 
más lógico del mundo, eso que comúnmente llamamos"Síndrome 
postvacacional"también lo sufren ellos, solo que además no
 poseen nuestras herramientas para gestionarlo correctamente.

Saber como preparar ese momento e ir programando las 
emociones y dificultades que puedan ir apareciendo
ayudarán al menor en un proceso que, de otra forma, puede 
resultar muy complicado y doloroso para todos.

A continuación os planteamos dificultades, pautas y/o 
estrategias que podéis utilizar para facilitar dicho proceso.

Posibles manifestaciones y estados emocionales 
que pueden aparecer en el menor.

-Ansiedad (Se muestra 

más nervioso, irascible o irritable; presenta dolores de 
cabeza o tripa inusuales; alteraciones del sueño; 
náuseas o vómitos; intensificación de picores, etc.).

-Miedos (¿Me cambiarán de compañeros?;¿Les caeré bien?

; ¿Me haré amigos?; ¿Se reirán de mí?; ¿Será más difícil?;
 ¿Pensarán que soy tonto?, etc.).

-Angustia (¿Estaré todo el día haciendo obligaciones?;

 ¿No tendré tiempo libre para jugar?
¿Me apuntarán a mil cosas?¿Volveré a tener muchas 
normas y horarios a cumplir?¿Sabré funcionar solo?, etc.).

Pautas para facilitar el proceso al menor.

-Normaliza las emociones de tu hijo. Transmítele que le 

comprendes, que es completamente natural lo que 
siente y piensa. Ayúdale a aceptar la realidad aunque no
 le guste. Nadie quiere que terminen las vacaciones pero 
plantéale que juntos podéis buscar alternativas que
 faciliten o incluso conviertan en positiva la realidad del día a 
día. 

-Introducir progresivamente horarios en las dos últimas 

semanas antes del comienzo del curso. El cambio para 
ellos, de otra forma, será vertiginoso el día que comiencen
 las clases. Puedes ir introduciendo actividades programadas
 como leer, hacer manualidades, ejercicio, etc. Estas 
actividades, que no tiene porque sera directamente 
relacionadas con su vida académica, serán un buen 
paso intermedio.  

-Para introducirnos en la rutina vamos instaurando 

horarios más concretos y más cercanos a la próxima 
realidad. No podemos esperar que su cuerpo (y mente)
 respondan correctamente a levantarse el primer día de 
clase a las 7:00 si lleva todo el verano levantándose a las 
11:00 de la mañana. Horarios de sueño, turnos de comida,
 tiempo con amigos, etc.

-Tratar de planificar el curso entre todos. Las asignaturas

 y deberes no son modificables, pero el resto de 
actividades sí. Hazle participe de sus actividades 
extraescolares, plantearos juntos las ilusiones para los fines
 de semana, anímale a realizar actividades pero ten 
cuidado de no sobrecargar su horario puesto que terminará
 jugando en contra de ambos.   

-Planifica y valora sus nuevas responsabilidades. Es un

 año mayor, ha de ser más autónomo, va a asumir nuevos
 retos que puedes exigirle o planteárselo como un nuevo 
avance en su vida. Preparar junto a él el viaje en autobús
 que ahora realizará solo, acompañarle por las calles por las 
que acudirá al centro, orientarle en que ha de meter en
 la mochila, enseñarle a ducharse sin ayuda... son algunas
 de las cosas que este año el va a hacer sólo. Podemos 
hacer que sienta esa responsabilidad como el maravilloso 
paso que es para él y no tenerla que crear posteriormente
 como una obligación más.  

-Crear todos juntos las normas que cada uno vamos a

 tener a lo largo del año. Es claro que vamos a tener unas 
obligaciones a cumplir y, si las dialogamos desde el
 principio, nos ahorrarán discusiones posteriores. Estableced
 unas pautas claras y concretas para cada miembro de la
 familia (¡Sí, padres también!) y colgarlas en un lugar 
perfectamente visible para todos. Establecer conjuntamente
 un sistema de premios y consecuencias para cada uno 
ayudará al funcionamiento óptimo de la familia.  

-Presta especial atención a su motivación para los 

últimos días justo antes del inicio de las clases. Cada 
niño encuentra la motivación en cosas muy diferentes así 
que busca las suyas propias. Puede que llevar un estuche
 nuevo, o ir a comprar sus libros y cuadernos lo sea para 
unos; Otros la encontrarán en estrenar ropa para esos 
primeros días; Dejar a punto la bici o el longboard con el
 que irán a clase; pensar en los juegos que compartirán 
en el recreo con sus compañeros; etc.
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