Emociones positivas


Emociones positivas

Estudios recientes en neurociencias nos muestran que las emociones positivas, aparte de hacernos más felices, ejercen una influencia en nuestra biología, generando hormonas y neuropéptidos que tienen relación con la felicidad y con  la salud. El Instituto Heart Math de EEUU ha realizado estudios amplios sobre la sicofisiología de las emociones positivas y su incidencia en la coherencia de los ritmos del corazón. El cultivo de las emociones positivas denota inteligencia emocional y conduce al éxito en la vida. Comentaremos  algunas brevemente.
Alegría
La expresión de la alegría es un catalizador que libera el estrés, revitaliza y nos conduce al gozo de vivir. Imprescindible en estos tiempos. El sentido del humor, la capacidad de reírse incluso de sí mismo de forma respetuosa, es considerada por la sicología transpersonal como la más inteligente de las emociones. Además es la mejor vacuna para la tendencia al victimismo y a sufrir más de lo necesario.

Gratitud

El agradecimiento diario por lo que recibimos de las personas y de la propia vida es una puerta para que lo que necesitamos llegue a nuestras vidas. La gratitud nos vincula a las personas y a la existencia a través del amor.

Reconocimiento
La apreciación y el reconocimiento de los valores de las personas con que convivimos nos vincula con ellas  desde el más alto nivel de conciencia y las ayuda a seguir dando lo mejor de ellas mismas. Es un estímulo positivo para el desarrollo de sus potenciales.

Afectividad

La sociedad moderna deja  poco espacio para los sentimientos de afecto y su expresión, pero no son un lujo sino una necesidad biológica básica. Necesitamos vincularnos con los miembros de nuestra especie para mantener un equilibrio síquico. La forma más directa de establecer este vínculo es la expresión verbal empática y el contacto físico. Cultivar estos vínculos nos hace sentir más seguros y aporta seguridad a las personas con quienes convivimos.

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