Cómo enseñar a los niños las tablas de multiplicar






Tomarse el tiempo de enseñar la tabla de multiplicar a un niño no tiene que ser un dolor de cabeza. Por el contrario, solo se necesita tener paciencia y conocer algunos trucos que puedan funcionar adecuadamente con cada niño.

Una de las operaciones más complicadas de aprender para los niños son las multiplicaciones, necesitando una gran cantidad de tiempo y constancia para conseguir que se aprendan correctamente las tablas y puedan dar respuestas inmediatas.

Sin embargo, existen formas de hacer que todo el proceso sea mucho más sencillo y divertido para ambas partes, permitiendo que los niños puedan hacer sus deberes escolares y jugar al mismo tiempo.

Imprimir las tablas de multiplicar

Uno de los principales trucos para las tablas de multiplicar es imprimirlas para que se vean constantemente. Es decir, que se tenga material de visualización a la mano todo el tiempo. Para ello, se pueden utilizar diversas alternativas.

Para comenzar, se pueden imprimir las tablas y pegarlas a la pared para que las tenga al alcance o utilizarlas para hacer fichas de aprendizaje

Otro método, mucho más divertido, es invitar al niño a crear las fichas de manera personal, colocarles colores, dibujos y formas que hagan que ese tiempo también sirva para practicar.

Estas también pueden colocarse en las paredes o usarse como fichas de aprendizaje mucho más bonitas.

Ir poco a poco

Es importante darle tiempo al estudio y aprendizaje de las tablas, por lo que se recomienda que se comience por poco y se vaya avanzando lentamente. Las primeras tablas a tomar en cuenta son las del 1, 2, 5 y 10, puesto que son las más sencillas y tienen más facilidad para cogerle el truco a la multiplicación.

Seguidamente, se pueden introducir las del 3 y 4 respectivamente, practicándose en conjunto con las otras que ya se manejan. Las operaciones escritas también son importantes para aprender estas tablas.

El próximo paso es agregar las tablas del 6 y 7, igualmente en conjunto con las anteriores para que las practique y no se le olviden con el paso del tiempo.

Por último se agregan las tablas del 8 y 9, siendo estas las más complejas y las que más paciencia suelen requerir. Lo más conveniente es practicar de manera escrita, oral y jugando, así se familiariza mucho más rápido con todo.

Utilizar la suma y los dedos

Uno de los errores más cometidos por las personas que ayudan a los niños a aprenderse las tablas es obligarlos a hacerlo de manera automática, puesto que esto ocasiona que puedan cometer errores y no garantiza que se las sepan de verdad. Solo memoriza el orden y los resultados, por lo que si se les pregunta cuánto es 4 x 9, deberán pasar (mental o vocalmente) por toda la tabla del 4 hasta llegar al número requerido.

Para evitar esto, lo más conveniente es permitirles utilizar la suma y los dedos para calcular los resultados mientras se encuentran aprendiendo a hacerlo de forma mental y sin problemas.

La suma ayuda a darles seguridad, dado que utilizan conocimientos previos para resolver problemas que se le presentan en la actualidad. Además, mejorará mucho el resultado en sus prácticas, ya que al conseguir resultados, se sentirán mucho más motivados a seguir estudiando y aprendiendo.

Juegos con premios

Jugar y obtener una recompensa por ganar es un buen incentivo para que los niños decidan aprender las tablas de multiplicar. Esto se debe a que ellos siempre desean ganar, sobre todo si es algo que les gusta

Por ello, se aconseja que se cree un juego, puede hacerse incluso con el niño, y se establezcan pequeñas recompensas por las respuestas correctas, mientras que, si termina todas las preguntas, obtendrá una recompensa mucho mayor.

Aprender cuando se es niño suele ser mucho más fácil y rápido, gracias a su capacidad de absorber conocimientos de su entorno. Sin embargo, requiere mucha paciencia y sobre todo comprensión, debido a que las multiplicaciones pueden ser verdaderamente complicadas para los niños.

FUENTE: https://ined21.com/

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