Como los descansos mentales ayudan con la frustración causada por la tarea



Los conflictos a la hora de hacer la tarea escolar son algo con lo que la mayoría de los padres y niños se pueden identificar. Sin embargo, estos conflictos ocurren a diario para muchos niños que piensan y aprenden de manera diferente. Sus desafíos pueden hacer que la tarea sea más frustrante y difícil de realizar.

Incluir descansos mentales al hacer la tarea escolar o quehaceres largos en la casa puede ayudar a aliviar esa frustración. También puede ayudar a que los niños aprendan a autorregularse y a darse cuenta cuando empiezan a fastidiarse o a perder el hilo de lo que están haciendo.

Aprender cómo recargarse de energía y volver a enfocarse cuando la tarea se vuelve complicada beneficia a todos los niños, especialmente a quienes tienen .

Conozca más acerca de las actividades para descansar la mente y cuáles podrían funcionar a su hijo

¿Qué es un descanso mental?

Un descanso mental es exactamente como suena: un descanso de cualquier cosa en la que los niños estén concentrados. Se ha demostrado que los “descansos mentales” breves proporcionan beneficios. Disminuyen el estrés y la frustración, y mejoran la concentración y la productividad.

La clave es descansar antes de que se experimente fatiga, distracción o falta de concentración. En el caso de los estudiantes de primaria, puede que necesiten descansar de 3 a 5 minutos después de trabajar durante 10 a 15 minutos. Los estudiantes de escuela media y bachillerato pueden trabajar hasta 20 o 30 minutos antes de que necesiten un descanso.

El objetivo de los descansos mentales es ayudar a los niños a cambiar el foco de atención. A veces eso significa levantarse y moverse, especialmente si su hijo ha estado sentado durante un largo rato. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo en el cerebro, y por lo tanto ayuda a concentrarse y mantenerse alerta. También reduce el estrés y la ansiedad, y esto facilita la concentración en tareas importantes.

La investigación también ha demostrado que los niños aprenden más rápidamente después de haber hecho ejercicio. En un estudio, los niños aprendieron palabras del vocabulario un 20 por ciento más rápido después de haber hecho ejercicio que cuando no se habían ejercitado.

No obstante, los descansos mentales no siempre significan estar activo. Las actividades relajantes pueden proporcionar beneficios similares. Además, pueden ser una opción más apropiada para los niños a quienes los descansos mentales físicos los estimulan excesivamente, y dificultan que recobren la calma necesaria para hacer la tarea.

También puede funcionar que los niños hagan un ejercicio breve de meditación guiada, un dibujo dirigido, que garabateen o que estiren los músculos. Unos pocos minutos pueden ser suficientes para que el área del cerebro que se encuentra sobrecargada tenga tiempo de reponerse.

Cómo lucen los descansos mentales eficaces

Para que un descanso mental le funcione a su hijo, hay que tener en cuenta ciertas cosas. Primero, habrá que asegurarse de que sea un verdadero descanso. Pasar de la tarea escolar a una actividad que él sienta que es más trabajo no lo ayudará a que permanezca concentrado.

Para los niños que necesitan silencio y tranquilidad, un descanso mental puede ser tan simple como permanecer sentado sin moverse. Mientras lo hacen, también podrían enfocarse en sentir el latido del corazón.

Para los niños que necesitan actividad, un “descanso de baile” es una manera divertida de volver a concentrarse y recargarse de energía. Los maestros que trabajan con niños que piensan y aprenden de manera diferente a menudo utilizan esta técnica en el aula. Los niños se levantan de sus asientos y bailan al ritmo de una o dos de sus canciones favoritas antes de retomar sus deberes escolares.

Estos son ejemplos de actividades físicas comunes:

Descansos de estiramiento que incluyen posturas de yoga (el perro, el gato, la vaca, el insecto, la roca) y moverse como diferentes animales (caminar como un oso, saltar como una rana, pararse como un flamenco, volar como un pájaro)

Flexiones de brazos contra la pared

Flexiones de brazos regulares

Actividades con una pelota de ejercicios

Abdominales

Saltos de tijera

Correr en el mismo lugar tan rápido como sea posible

Movimientos cruzados (tocar con la mano la rodilla contraria)

Saltos de cohete (inclinarse, tocar la punta de los dedos del pie y balancearse contando 10 en sentido inverso, después saltar)

Ángeles en la nieve en el piso

Su hijo también puede beneficiarse del tipo de actividades que habitualmente forman parte de una dieta sensorial. Estas pueden ser actividades motoras orales como masticar un alimento crujiente, o actividades táctiles como usar plastilina. (Vea un ejemplo de dieta sensorial con más de 50 actividades sugeridas).

Cómo planificar los descansos mentales

Cualquiera que sean las actividades que usted utilice, es importante planificar con su hijo. Esto incluye establecer reglas básicas con respecto al propósito de un descanso mental.

Algunos niños necesitan un descanso mental cuando empiezan a frustrarse o distraerse. En otros, el descanso mental funciona como una recompensa por permanecer concentrados en una tarea durante cierto tiempo. También puede ser un paso en el proceso de lograr una meta mayor. (Por ejemplo, tomar un descanso después de 10 minutos de lectura silenciosa para asegurarse de que su hijo sea capaz de completar 30 minutos de lectura).

Usted también tendrá que decidir cómo programar los descansos mentales. Existen dos maneras de programar los descansos: por intervalos de tiempo o por cantidad de tareas terminadas.

Descansos por intervalos: Los niños más pequeños suelen beneficiarse de tomar descansos a determinados intervalos de tiempo. Por ejemplo, su hijo podría trabajar 5 minutos y luego descansar 2 minutos. Usar un temporizador ayuda a que los niños entiendan cuánto tiempo ha transcurrido y qué pueden hacer en determinado lapso de tiempo. Dé instrucciones específicas sobre cuánto durará el descanso y explique la actividad. Después, inicie el temporizador. El temporizador tiene un mecanismo incorporado que avisa cuando el descanso está por terminar. Usted también puede usar recordatorios verbales como: “¿Verdad que fue divertido? ¡Ahora hay que retomar la tarea!”).

Descansos por cantidad de tareas terminadas: Los niños más grandes suelen beneficiarse de tomar descansos relacionados con una cierta cantidad de logros. Por ejemplo, su hijo podrá tener un descanso mental de 5 a 10 minutos después de que termine la tarea de matemáticas y antes de empezar la tarea de inglés. O, después de completar 5 de los 10 problemas de matemáticas.

Otros beneficios de los descansos mentales

Saber cómo descansar mentalmente puede ayudar a los niños de maneras que van más allá de recargarse y hacer el trabajo. 

Los descansos mentales pueden ayudar a reducir la ansiedad, algo que es común en los niños que piensan y aprenden de manera diferente. Y ser capaz de retomar una tarea y terminarla, puede desarrollar la confianza en sí mismo y la autoestima. Además, puede mostrarle a los niños que hay muchas maneras de afrontar los desafíos y mantenerse motivados.

Conozca otras maneras de ayudar a su hijo a manejar sus desafíos con la tarea escolar. Revise maneras sorprendentes de reforzar la confianza antes de los exámenes. Lea la recomendación de una maestra para calmar a los niños “sobreestimulados”.

Puntos clave

Los descansos mentales pueden ayudar a reducir el estrés y desarrollar la autoestima de los niños.

Asegúrese de que su hijo tome descansos mentales antes de que se fatigue o se distraiga.

Usted puede programar descansos mentales cada cierto intervalo de tiempo o cuando su hijo complete tareas específicas.

FUENTE: https://www.understood.org

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