Hoy hablamos de La teoría del Iceberg, educar utilizando una disciplina positiva, recomendada, para que los padres eduquen a sus hijos de la manera más equilibrada, en armonía y con solidez.
Hay muchos métodos educativos que están fundamentados en el uso de disciplinas correctivas basadas en el castigo, que están comprobadas que causan efectos negativos en los niños y adolescentes.
Sin embargo, hay padres que buscan otras técnicas educativas que sustituyen al castigo y al no saber aplicarlas, terminan dando una permisividad exagerada que también traen consigo consecuencias muy negativas.
De esta manera, es importante hacerles saber a los padres que el uso de métodos que son autoritarios o permisivos, puede hacer que no piensen o busquen otras maneras de educar, como el de la teoría del iceberg.
Qué es la Teoría del Iceberg
Un iceberg o témpano de hielo, es una gran masa de hielo que se ha desprendido de un glaciar o una banquisa y que flota en el mar a la deriva. Su característica principal, es que la parte que sobresale de la superficie del mar, es mucho más pequeña que la que se encuentra sumergida.
De esta manera, los expertos en disciplina positiva explican el comportamiento de los niños, utilizando la teoría del iceberg y la plantean de la siguiente manera:
Los padres y los adultos en general, simbolizamos el comportamiento de los niños como “la punta del iceberg”, por lo que únicamente solemos centramos en la conducta visible y no vemos el fondo de estas actitudes.
Al basarnos en este criterio tan subjetivo, se nos presentan obstáculos que nos impide darle solución a los problemas, ya que dejamos de analizar las causas más profundas que lo motivan. De esta manera, nos limitamos a tratar de controlar el comportamiento negativo de nuestros hijos y al no encontrar soluciones efectivas, tiende a llevarnos a la frustración.
La teoría del iceberg y la disciplina positiva
Si tu hijo siempre hace rabietas y se la pasa de mal humor, en vez de castigarlo deberías preguntarte por qué se comporta de esa manera, lo que sería igual a ver la base del iceberg.
No debemos pensar que el niño actúa de forma negativa o irritante para molestarnos, sino porque le pasa algo y no sabe expresarlo de otra manera.
¿En qué se basa la teoría del iceberg para educar con disciplina positiva?
Desde el punto de vista del modelo de la disciplina positiva, no existen niños malos ni buenos, sino el buen y mal comportamiento. Desde esta óptica, la pregunta que se presenta es: ¿Cómo educar a los niños con disciplina positiva?
Por nuestro ritmo de vida tan complicado, generalmente los adultos solomos ver la forma en que los niños se expresan y no buscamos entender lo que en realidad sienten.
Por lo tanto, la teoría del iceberg para educar con disciplina positiva es un método que nos ayuda a observar y determinar ciertos comportamientos de los niños, ya que se basa en la colaboración, el respeto, la responsabilidad, el cariño, la empatía, en la libertad de actuación y en el desarrollo del niño de manera sana y feliz.
¿Cómo aplicar la teoría del iceberg y la disciplina positiva
Según indican los expertos en disciplina positiva, la clave está en que entendamos que nuestros hijos necesitan sentirse importantes, que pertenecen al grupo y que les tenemos en cuenta.
Por ejemplo, si tu hijo reclama tu atención y en ese momento tienes algo urgente que hacer, intenta explicarle con tranquilidad y paciencia que justo en ese momento no puedes, pero que tu prioridad es terminar de hacer eso tan urgente para poder estar con él, porque es lo más importante.
Sin embargo, si en una situación similar optas por ignorarlo, provocarás que aumente su frustración al sentir que no lo tienes en cuenta y esto no ayudará a solucionar el problema.
Claves de la teoría del iceberg para aplicar la disciplina positiva
A continuación, te ofrecemos algunas claves de la teoría del iceberg para aplicar la disciplina positiva:
- Es mejor trasmitir la figura de confianza y respeto, que la de autoridad. Suele suceder, que las personas de cualquier edad se resistan a las figuras autoritarias.
- Dale opciones a los niños dentro de los límites establecidos, si sienten que pueden escoger y que su opinión es importante, serán más receptivos.
- Deja que los niños tomen pequeñas decisiones, porque les hará sentirse importantes y esto les ayudará a educarse en el criterio de la responsabilidad.
- No lo etiquetes, al hacerlo limitarás al niño y lo estancarás en su crecimiento personal.
- Hazlo sentir que su participación en los asuntos de la familia es importante, para que no se sienta excluido y empatice con la dinámica del hogar.
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