PAUTAS PARA ESTIMULAR EL JUEGO EN NIÑOS CON TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA


  1. Parte de los intereses del niño y síguelos incorporándolos en el juego. Al principio es muy importante que el terapeuta imite los movimientos o “juegos” de él, pues de esta forma captaremos fácilmente su atención y le demostramos que su conducta nos interesa.
  2. Construye una base afectiva sólida. El niño probablemente rechace a un adulto que no conoce de nada. Hazle saber que estamos con él, para ayudarle y para compartir momentos agradables, de forma que acepte sin problemas nuestra intromisión en sus juegos y actividades.
  3. Trata de crear juegos circulares, pues a través de ellos le damos motivos para comunicarse. Dependiendo de la edad del niño, pueden ser juegos sensoriomotores y de contacto corporal, siempre que sean de su gusto, atractivos y motivantes para él, con la finalidad de hacer emerger el juego circular y a partir de aquí ir ampliando hacia otros tipos de juego.
  4. Observa a qué juega el niño, cuál es su patrón de repetición y su posible sentido. Una vez interiorizado su juego, podremos modelar e ir dotando de sentido su juego a partir de pequeñas pautas estructuradas, paso a paso y al ritmo que el niño nos marque.
  5. De forma previa a la sesión, es positivo preparar guiones sencillos de juego, con un elemento central en forma de objetos o juguetes. Podemos así iniciarle en el juego funcional, mostrándole cómo podemos utilizar esos juguetes. Este mismo guion podemos repetirlo, variando paso a paso pequeños detalles, para que así vaya flexibilizando el juego y practique su uso, a la vez también le vamos descubriendo las posibilidades de juego. El niño así aprenderá haciendo (moldeado) y repitiendo (rutinas).
  6. En relación con el punto anterior, podemos establecer una rutina. Es bien sabida la importancia de las rutinas en los niños con TEA, ya que les da confianza y seguridad, porque sabrá qué va a pasar a continuación. El momento del juego no es una excepción.
  7. Puede ser útil utilizar apoyos visuales para anticipar lo que va a ocurrir: por ejemplo, “ahora pompas de jabón” acompañado de un pictograma que lo represente.
  8. Provoca el uso del lenguaje ayudándole a hacer peticiones sencillas. Por ejemplo, si le gustan las pompas comenzamos a jugar con él y pararemos. De esta forma creamos una situación de petición. Una vez nos demande más pompas podemos jugar dándole órdenes del tipo; «ahora sopla tú» o «intenta coger las pompas».
  9. Utiliza el contacto corporal si el niño lo permite. El afecto es un importante elemento que transmitiremos también a partir de la voz. Habla sin alzar la voz y con calma, con palabras sencillas y concisas, con movimientos lentos y suaves, con sonrisas y tocándole a menudo. Ponte siempre a su nivel para hablar y busca el contacto visual.
  10. La presentación del juego no debe ser descuidada. Presenta el juego de forma muy atractiva, divertida y motivadora. No impongas una actividad si no genera interés. Puedes intentar presentarla más delante de una forma distinta.
  11. En el transcurso de la sesión disfruta junto a él, para que se convierta en una experiencia positiva.
  12. No utilices las bromas o los mensajes ambiguos.
  13. Los espacios han de estar estructurados. Para ello delimitaremos el espacio de juego, eliminaremos los ruidos de fondo y las distracciones.
  14. Nuestra intervención debe ser coherente con el entorno del niño. La participación de la familia es clave, por lo que daremos pautas para que en casa se practique de la misma manera.

 

Referencias bibliográficas:

Asociación autismo (2017). Yo también Juego… ¿TEApuntas? Córdoba.

Red Cenit Valencia. Extraído de Redcenit.com

FUENTE:  https://tajibo.org/


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