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Tres ideas de proyectos para innovar en educación infantil




Los proyectos innovadores para estudiantes de educación infantil aplican el desarrollo de diferentes competencias que los niños necesitarán a lo largo de toda su vida, más allá del entorno escolar. 

La innovación educativa puede ofrecer sus mejores frutos si se empieza a aplicar desde la educación infantil. Inspiración no falta en un área que busca constantemente ideas de proyectos innovadores para estudiantes de distintas edades. El objetivo: que los humanos del futuro comiencen cuanto antes a desarrollar las habilidades que necesitarán para convertirse en expertos en ellas. 

Desde la estimulación cognitiva de los más pequeños a la incorporación de la sostenibilidad en la educación, hoy se desarrollan proyectos innovadores que ayudan a los niños a desarrollar todo su potencial. A continuación, detallamos tres de los más interesantes que han surgido en los últimos tiempos. 

Den Groenne Frinskole (Dinamarca) 

El bienestar del planeta y sus habitantes es un factor básico para el futuro de niños y jóvenes. Sin embargo, esta relevancia no se corresponde con su presencia en los programas educativos de escuelas, institutos y universidades. No ocurre así en Den Groenne Frinskole, una escuela de Dinamarca que ha desarrollado el suyo alrededor de la sostenibilidad. 

Den Groenne Frinskole es toda una fábrica de ideas de proyectos innovadores para estudiantes. De hecho, su método educativo se basa en el pensamiento de diseño, combinado con los proyectos que desarrollan los alumnos. Cada uno de ellos toca un amplio número de materias, por eso son varios los profesores que lo supervisan.  

A los estudiantes en Den Groenne Frinskole se les invita a descubrir el mundo a través de sus patrones subyacentes y sistemas interrelacionados. En esta escuela para niños de 6 a 15 años, los mayores eligen incluso las asignaturas y proyectos en los que van a participar.  

¿Cómo se aterriza todo esto? Como se trata de observar el mundo y reflexionar sobre él, lo primero que se hace en Den Groenne Frinskole es sacar a los alumnos del aula para explorarlo. Sí, en Dinamarca y sí, todos los días. Incluso cuando nieva.  

Por ejemplo, los alumnos de Den Groenne Frinskole cultivan vegetales en el huerto de la escuela mientras adquieren conocimientos sobre plantas y condiciones climáticas. ¿El resultado? Los alumnos aprenden a producir sus propios alimentos y también a discernir si una empresa es tan sostenible como asegura ser.

Khan Lab School (California) 

Si buscamos proyectos innovadores para estudiantes, Khan Lab School es un ejemplo en sí misma. Lo es porque esta escuela es un experimento para desarrollar nuevas prácticas de aprendizaje que después se puedan extender a otros centros y sistemas educativos.  Entre las cuestiones con las que Khan Lab School experimenta se encuentra la agrupación de estudiantes por factores como su nivel de independencia, no por su edad. Además, los alumnos utilizan plataformas online de aprendizaje como Khan Academy —a la que está vinculada la escuela— o Light Sail para aprender a su propio ritmo y solicitar ayuda si la necesitan. Por las tardes, participan en proyectos, también al paso que cada uno requiere.  

Para pasar de nivel, deben demostrar la comprensión de todas las competencias y habilidadesidentificadas para cada curso. Para ello, cuentan con el apoyo de tutorías personalizadas y también grupales. Junto a la adquisición de conocimientos, los alumnos trabajan el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y ejecutivas, claves para su futuro

Que la progresión de los alumnos sea personalizada no significa que esta escuela sea individualista. Al contrario: como en cada grupo conviven estudiantes de distintas edades, se facilita que puedan aprender unos de otros e incluso que se mentoricen. De esta manera, no se preocupan en exclusiva por su propio avance, sino también por el de los demás miembros del grupo. Así se promueve la cooperación por encima de la competitividad. 

Este enfoque otorga al alumno un gran poder sobre su propio aprendizaje y convierte a los educadores en facilitadores para que los estudiantes canalicen correctamente sus capacidades cognitivas. Además, fortalece las capacidades necesarias para vivir en comunidad y relacionarse con otras personas.

Kokoro Kids (España) 

Más allá de instituciones con proyectos educativos prometedores, existe un ecosistema de startupsdispuesto a ayudar a dar forma a las mentes del futuro. Este es el caso de Kokoro Kids, que ha desarrollado una app de inteligencia emocional y estimulación cognitiva para niños de dos a seis años de edad.  

Para lograr sus objetivos, Kokoro Kids emplea videojuegos, audiolibros y vídeos que les motivan y ayudan a desarrollar este tipo de competencias. “Los juegos de estimulación cognitiva tienen como finalidad desarrollar destrezas como la memoria, la atención o el lenguaje, a las que se enfocan todos nuestros videojuegos”, apuntan desde la empresa. 

¿Qué necesidad hay de apuntar a un niño tan pequeño a un gimnasio mental como Kokoro Kids? “En los primeros años de vida, el cerebro de los niños se desarrolla rápidamente hasta un 90% antes de los cinco años”, explican sus responsables. “Tal como destaca un estudio realizado por Harvard Center on the Developing Child, el desarrollo temprano del cerebro tiene un impacto duradero. Tiene efectos en algunas habilidades de la vida adulta como la motivación, la resolución de problemas, la autorregulación y la comunicación”. 

La elección de una app para este cometido no es una cuestión de modas. Tiene que ver más bien con la capacidad de las herramientas digitales para medir resultados y adaptar el contenido a las necesidades de cada niño. “El método Kokoro adapta el contenido de los juegos y actividades de forma individual y personalizada a cada niño o niña. Evalúa su estado inicial y su progreso en cada área de conocimiento”, indican desde la startup. “Así, propone juegos para que refuercen las áreas menos desarrolladas y aumentará el nivel de dificultad en las áreas que destaque”, añaden. 

La psicología y la neurociencia están detrás del diseño del método de aprendizaje Kokoro, desarrollado por un comité de expertos en ambas disciplinas. “La base de la metodología es el algoritmo creado con técnicas de inteligencia artificial y modelo de aprendizaje adaptativo, que se encarga de proponer las actividades más adecuadas para cada niño”, destacan desde Kokoro Kids. “Para ello, el algoritmo mide el resultado de las actividades con datos como el desempeño en el juego, el nivel alcanzado, porcentaje de acierto o tiempo de respuesta, para ordenar y clasificar las actividades según su dificultad”.  

La combinación de tecnología con métodos educativos innovadores permite adecuar la educación a lo que realmente necesitarán los niños en una sociedad posindustrial. Es decir, a la adquisición de habilidades y competencias que les faciliten comprender un mundo cada vez más complejo. 

FUENTE:

https://www.fundacionbankinter.org/

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