¿CÓMO DESARROLLAR EL PENSAMIENTO CRÍTICO?








Aprender a pensar de forma crítica es probablemente una de las habilidades del siglo XXI que más necesitarán los niños en el futuro. En una época de informatización, de digitalización de tareas que antes realizaban las personas y de avances tecnológicos cada vez más rápidos, los niños tendrán que adaptarse continuamente a un mundo en perpetuo cambio en el que la información está por todas partes y es fácilmente accesible. Tendrán que aprender a pensar de forma crítica para poder analizar la nueva información, compararla y contrastarla con otras. Así como ser capaces de hacer inferencias y desarrollar patrones de pensamiento complejos. No existe una estrategia única para desarrollar la capacidad de pensamiento crítico en los niños. Pero hay muchas formas de ayudar a tu hijo a desarrollar su capacidad de pensamiento crítico un poco más cada día.

¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico en los niños?

Hacer preguntas abiertas

Cuando tu hijo te haga una pregunta, en lugar de responderle directamente, ¡contéstale con otra pregunta! «¿Qué piensas tú?», «¿Qué crees que pasaría?». Para animar a tu hijo a desarrollar su capacidad de pensamiento crítico, respeta sus respuestas aunque no te parezcan correctas y sigue haciéndole preguntas para que desarrolle su pensamiento: «Eso es interesante, ¿qué te hace pensar eso?» o «¿Cómo resolverías tú ese problema?» o, incluso, «¿Dónde podríamos buscar más información para resolver el problema?».

Dale a tu hijo tiempo para pensar

En un mundo acelerado, cuando hacemos una pregunta tendemos a esperar una respuesta inmediata. Sin embargo, es importante dar al niño tiempo para pensar antes de actuar o responder a una pregunta. Un pequeño truco es contar hasta 60 en tu cabeza mientras el niño piensa antes de volver a hablar o continuar.

>> Lee también: 10 estrategias para enseñar a tu hijo a elegir

Proporcionar oportunidades para el juego y la imaginación

En los momentos de juego, en entornos informales, es cuando tu hijo explora la relación entre la causa y el efecto. «¿Qué pasará si pongo este cubo grande sobre esta gran torre?», «¿Y si pongo esta bola?». Dale tantas oportunidades como sea posible para jugar sin directrices.

No intervengas directamente cuando tu hijo tenga un problema

Sabemos que no siempre es fácil, sobre todo cuando se tiene prisa, pero dar a tu hijo el tiempo necesario para encontrar una solución a un problema por sí mismo, sin intervenir, le da la oportunidad de desarrollar sus habilidades de resolución de problemas. ¡Y esto empieza a edades muy tempranas! Si tu bebé intenta alcanzar un juguete y encuentra cierta dificultad para hacerlo, dale tiempo para que pueda ajustar sus movimientos y ponerse en la posición más adecuada para realizar la acción. Con niños más mayores, dales algo de tiempo y, si necesitan ayuda, guíales haciéndoles preguntas para orientarles sin tener que llegar a resolver el problema por ellos.

Ayudar a desarrollar hipótesis

Durante el juego, anima a tu hijo a formular hipótesis planteándole preguntas como: «Y si ponemos este cubo grande sobre la torre, ¿qué crees que pasaría?». Puedes modelar una respuesta para mostrarle cómo formular hipótesis, por ejemplo: «Yo creo que la torre se caería, ¿tú qué opinas?».

Ayudar a desarrollar diferentes soluciones

Ayuda a tu hijo a trabajar en sus habilidades de resolución de problemas animándole a formular diferentes soluciones. «¿Qué otras ideas podríamos probar para resolver este problema?», «Tomémonos un momento para pensar en todas las soluciones posibles».

Por supuesto, hay momentos en los que, como padre o madre, deberás tomar el control de la situación. En ese caso, ¡verbaliza tu propio proceso de pensamiento crítico en voz alta! De este modo, tu hijo también aprenderá observándote a ti.

Ir más allá en el pensamiento crítico

Cuando tu hijo empiece a ser un poco mayor, intenta ir un poco más lejos. Pregúntale cuál es su fuente de información, si es fiable y por qué. Intenta que sean conscientes de que su opinión sobre un tema puede ser diferente a la de otras personas. Por ejemplo, le puedes preguntar «¿Cómo afecta el cambio climático a los habitantes de la región X o de la región Y?». Así, los adolescentes se verán obligados a razonar sobre lo que otras personas podrían pensar en una situación determinada y a cambiar su perspectiva, lo que es esencial para desarrollar soluciones creativas en situaciones de resolución de problemas, así como para desarrollar su pensamiento crítico.

Juegos y juguetes para desarrollar el pensamiento crítico

Juegos que implican una relación de causa y efecto

Juegos de causa y efecto

La causa y la consecuencia: se trata de un juego con 28 pares de cartas sobre acciones y eventos y sus consecuencias directas. Un juego lleno de fantasía que desarrolla el razonamiento lógico de forma divertida.

Y ¿por qué?: este juego de cartas muestra una acción ilustrada y dividida en dos partes: la causa y el efecto. Al encontrar los pares, el niño comprende la relación entre una acción y sus consecuencias. A partir de 4 años.

Bandeja de exploración: ¡Una bandeja de exploración con múltiples usos! Con la decoración de tu elección (vendida por separado) el niño puede divertirse creando múltiples escenarios posibles: el bosque, la selva, la granja… y si no, ¿por qué no llenarlo de arena o agua y disfrutarlo de esa manera?

Con las esponjas sensoriales kitpratik, un cubo lleno de agua y un cubo vacío, se invita al niño a coger una esponja y a trasvasar el agua de un cubo al otro apretándola. Para sacar el máximo partido a esta actividad, el niño puede utilizar las diferentes esponjas del kitpratik, cada una de las cuales proporciona una sensación táctil diferente. Algunas son ásperas, granulosas, otras pican ligeramente… Otras son esponjosas, suaves o algodonosas. Con esta actividad, el niño desarrolla el pensamiento lógico, el pensamiento crítico, la relación causa y efecto, los músculos de las manos, etc.

Juegos de construcción

Los juegos de construcción son una forma estupenda de invitar a los niños a dar rienda suelta a su imaginación. Cuanto más abierto sea el juego, más posibilidades tendrá el niño de imaginar diferentes formas de usarlo.

 Juego de apilar Monkey Blocks: ¡desafía el equilibrio y las leyes de la gravedad! Los bloques de este juego están parcialmente lastrados y permiten construir estructuras imposibles de hacer con los bloques tradicionales. Con la ayuda del folleto de desafíos, se pueden construir más de 30 modelos, ¡o dejar volar la imaginación! Este juego estimula la concentración y la creatividad, desarrolla la coordinación ojo-mano y ayuda en la resolución de problemas.

Piks 64 piezas: este singular juego de construcción consta de bandejas de madera y tres tipos de conos de silicona, de diferentes tamaños y colores.  Las 1001 maneras de colocar estas bandejas y conos ofrecen una infinidad de posibilidades. Un juego creado a partir de estudios para gestionar los trastornos por déficit de atención, concentración e hiperactividad (TDAH).

Sigue leyendo el artículo...

¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico?


FUENTE:El Blog Hop´Toyshttps://www.bloghoptoys.es

El dibujo es de nuestro nieto Guillermo...lo hizo para su abuelo el día de su cumpleaños!!!

Comentarios