Una técnica simple para ayudar a su hijo a leer con fluidez




Los educadores a menudo decimos que la fluidez en la lectura es el puente entre la decodificación y la comprensión lectora. Los lectores fluidos son capaces de leer un texto con naturalidad usando el tono y la expresión adecuados.
La fluidez es un reto para muchos niños, particularmente para los que están en primaria y empiezan a leer textos más complicados. Incluso los niños que son diestros con la decodificación y el reconocimiento de palabras pueden tener problemas con la fluidez.
Esos niños a menudo leen palabra por palabra en lugar de leer grupos de palabras. Como resultado, cuando leen se escuchan entrecortados y robóticos. También su comprensión lectora puede verse afectada.


Una manera en que ayudo a mis estudiantes a desarrollar fluidez es dividiendo el texto en frases cortas que tengan sentido. Los estudios de investigación reportan que también puede ayudar a los niños a mejorar su comprensión.
Puede practicar a fragmentar el texto en casa con su hijo. Lea a continuación cómo hacerlo.
Primero, encuentre un pasaje corto de un libro o de un texto que esté al nivel de lectura de su hijo. Escriba el texto en una hoja de papel suelta o en la computadora e imprímalo.
Usemos como ejemplo esta oración de Harry Potter y la piedra filosofal de J.K. Rowling:
Uno puede encontrar la felicidad aún en los tiempos más oscuros solo si recuerdan encender la luz.
Luego, usando su mejor criterio separe con una línea frases con sentido. La línea indicará que hay que hacer una breve pausa al leer.
Usted encontrará que la mayoría de las frases incluyen entre dos y cinco palabras. Para los signos de puntuación, como las comas y puntos, trace una línea doble para indicar una pausa larga. A medida que traza las líneas explique a su hijo por qué está trazando esa líneas en determinados lugares.
Así lucirá ese mismo texto con líneas:
Uno puede encontrar la felicidad / aún en los tiempos más oscuros / solo si recuerdan encender la luz.//
Después, muestre cómo luce la lectura fluida. Lea el texto fragmentado en voz alta con expresión y a un ritmo convencional, de tal manera que su hijo pueda imitarlo. Recuerde hacer una pausa en cada línea.
Haga que su hijo lea en voz alta. Deberá leer el texto fragmentado tres o cuatro veces. De esa manera él podrá escucharse leyendo las frases con sentido múltiples veces. Lecturas repetidas como esta son la clave para lograr fluidez.
A partir de ahí practique dividir el texto de piezas cortas que estén al nivel de lectura o académico de su hijo.
Este es otro ejemplo de The Minpins de Roald Dahl:
Observa con ojos brillantes el mundo que te rodea porque los secretos más grandes están siempre escondidos en los sitios más insospechados. El que no cree en la magia nunca la encontrará.
Observa / con ojos brillantes / el mundo que te rodea / porque los secretos más grandes / están siempre escondidos / en los sitios más insospechados. // El que no cree en la magia / nunca la encontrará.//
La fluidez lectora se desarrolla con el tiempo con mucha repetición y práctica. Fragmentar el texto es una de las mejores maneras que conozco para cruzar el puente entre la decodificación y la comprensión lectora.
—Ginny Osewalt
Ginny Osewalt es una maestra certificada en educación especial y en educación primaria con 14 años de experiencia en el aula. Además es una de las expertas de Understood.

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