Mi hija no quiere hacer caca - Soluciones
No hace mucho escribía sobre el problema de la caca de nuestra pequeña, podéis leerlo aquí. Resumiendo, tres meses y medio atrás comenzó a aguantarse las ganas de hacer caca, llegando a estar hasta cinco días sin hacerla con la consiguiente preocupación de a partir de cuanto tiempo sin hacerla supondría un riesgo para su salud. Había días que ni los disfrutábamos, ni jugaba casi, porque se los pasaba aguantándose, tirada en el sofá o en el suelo haciendo fuerza para no hacerla y diciéndonos que no estaba bien. Incluso llegó un momento en que ni quería bañarse porque el agua calentita de baño facilitaba esa evacuación y ella se resistía, aunque alguna vez llegó a hacer un poquito en la bañera, y nos pedía llorando que la sacásemos porque no quería hacer caca ni tampoco bañarse.
Además me dolió sentir la incomprensión de algunas personas, especialmente porque venían de gente con la misma forma de criar a nuestros hijos. Me sentí juzgada al oír comentarios, sin haberse preocupado siquiera por todo lo que sucedía, de “claro, le estáis quitando el pañal, no?” o “eso no es normal”. O puede que yo estuviese más sensible y me lo haya tomado a la tremenda, pero el caso es que me dolieron esos comentarios, porque creo que antes de dar por hecho ciertas cosas hay que interesarse realmente en lo que sucede y cómo lo estamos pasando, y segundo porque decir que no es normal es igualmente dar mucho por hecho y deja claro que no se tienen muchos conocimientos al respecto.
Ya no sabíamos qué hacer, por mucho que le explicásemos que hay que hacer caca para encontrarnos bien, que todo el mundo la hace, etc, etc. Vuelvo a puntualizar que en ningún momento le hemos intentado quitar el pañal, eso lo hará ella cuando esté preparada. El caso es que se me ocurrió pedir ayuda a Valentina de Crecer Juntos con Arte, porque tiene muy buenos post al respecto, entre otras cosas, y se que hace talleres muy interesantes también. Os recomiendo su blog. No se cómo no se me ocurrió antes. Se preocupó y se interesó por la evolución de nuestra pequeña desde el primer momento, dándonos unas pautas que me gustaría compartir con vosotros con su permiso. Aprovecho para darte de nuevo las gracias Valentina, has sido encantadora y de lo más generosa con nosotros, tu si que vales.
Nos recordó que cuando los peques se dan cuenta, son conscientes del proceso de hacer pis y caca, es un momento muy importante para ellos, ya que tienen que desprenderse de algo que es suyo y además muy valioso. Esto ocurre independientemente antes o durante el proceso de dejar el pañal.
Y nos recomendó una serie de pautas y juegos para que ayudasen a la peque a asimilarlo de una forma más fácil:
- Lo primero sería facilitar el tránsito intestinal, es decir, procurar una dieta rica en fibra. Ya que cuanto más tiempo pase sin hacer caca más les costará hacerla y más miedo les dará.
- Jugar con plastelina café o negra. Para poder satisfacer el deseo y la curiosidad hacia su propia caca.
- Jugar a que sus muñecas vayan al baño a hacer pis o caca.
- Jugar con embudos y agua.
- Por último nos recomendó el cuento "El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza" de Werner Holzwarth y Wolf Erlbruch
Os voy a contar cómo lo hemos llevado.
Lo de comer variado siempre lo hemos hecho, así que eso no suponía un problema, de hecho llevábamos tiempo preocupándonos por tener en la mesa los alimentos más ricos en fibra. Y el tema de jugar con sus muñecas, era ella misma quien ya lleva tiempo jugando a que sus muñecos hacen pis y/o caca en el baño (water u orinal) o en el water de su casita de muñecas.
En cuanto pude compré plastelina marrón y negra (teníamos en casa varios colores, pero esos precisamente no). Y cuando fuimos a por el cuento de “El topo que quería saber quién le había hecho aquello en su cabeza” nos encontramos por casualidad con otro que a Minerva le encantó (y a nosotros también, además resultó ser otro que Valentina recomienda), “¿Puedo mirar tu pañal?”. No se cuantas veces podremos haberlos leído ya, sobre todo los primeros días nos pedía que se los contásemos todo el rato. Igualmente hemos jugado más de lo habitual con las plastelina, a hacer las cacas de esos animales y otros que se nos ocurrían, incluso la suya propia, ha sido de lo más divertido. Por otro lado, a la hora del baño, que además parecía no resistirse ya, le dimos tres embudos de diferentes tamaños y colores, un cuenco para llenarlos y con sus muñecos habituales se lo pasó en grande, de hecho se ha convertido en habituales cada vez que se baña.
Ahora nos dice que quiere hacer caca cuando tiene ganas, alguna vez como digo se resiste un poco, y cuando la hace vemos qué caca sorpresa ha hecho. Si es marrón claro o marrón oscuro, si es grande o pequeña, si se parece a alguna de las cacas de los cuentos, si es redondita o termina en punta… lo hemos convertido en un juego. Por supuesto lo primero es decirle hola. Luego la echamos al váter, para que se vaya con el resto de las caquitas al mar, le decimos adiós y la peque tira de la cadena.
Así que el resultado ha sido espectacular de un día para otro, de hecho no me esperaba un cambio tan rápido. A ver, todavía hay día que no hace caca, pero ya no se resiste incómoda, en todo caso alguna vez que estamos jugando le vienen las ganas y como no quiere dejar de jugar se aguanta pero la hace un rato más tarde. Lógicamente estamos mucho más tranquilos, viendo a nuestra hija feliz de nuevo y pasándolo en grande por el camino.
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FUENTE: http://www.minervaysumundo.com/
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