La paternidad es un trabajo diario y hay que actuar de forma consciente y también con coherencia con los hijos, puesto que ellos son los mayores detectives para descubrir las incoherencias en los actos de sus padres y volverlos a su favor. Tu forma de comportarte y de actuar será muy importante para la educación de tus hijos, porque serán la base de su comportamiento y de su personalidad futura.
Así que para asegurarte que tu hijo podrá tener unas expectativas realistas de la vida, te aconsejo que tengas en cuenta los siguientes consejos para encontrar el equilibrio entre los castigos y las recompensas:
- Nunca digas “sí” cuando realmente quieres y debes decir “no”. La disciplina es muy importante para los niños, no es necesario que sea duro con tu hijo, simplemente mantener el contacto visual mientras le das la negativa, y después cuando actúe correctamente darle abrazos y amor.
- No confundas castigos con recompensas. Esto es común y debe evitarse a toda costa, no hay que sobornar nunca a un hijo para que mejore su comportamiento, porque no volverá a hacerlo a no ser que sea recompensado. Las recompensas siempre deben ir después de que la acción se haya dado.
- Nunca castigues para demostrar tu fuerza. Los azotes o los gritos no educan. La manera en la que se comportan tus hijos es el reflejo de cómo te comportas tú con ello. Cuenta hasta 10, respira, controla tu ira y después maneja de nuevo la situación.
FUENTE:http://educacion2.com/
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