Además de quien enseña, maestro es…
alguien de mérito relevante entre los de su clase.
El Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad (TDA-H) es el trastorno más frecuente del neurodesarrollo. Con al menos 8 de cada 100 niños afectos, es muy probable que en cada aula haya un alumno con TDA-H y por ello el maestro debe conocer bien el problema.
La detección precoz y un diagnóstico correcto son el primer paso, y el maestro juega un papel fundamental. Debemos recordar que los niños con TDA-H son hijos, hermanos, alumnos y amigos, es decir todo el tiempo y en todas partes los síntomas del TDA-H afectan su calidad de vida.
El tratamiento multimodal del TDA-H
En el colegio causa dificultades académicas, e incluso fracaso escolar. En casa los problemas de comportamiento pueden alterar la convivencia familiar y complicar las relaciones con los amigos. Es pues necesario que la familia y los maestros se impliquen y se pongan de acuerdo para planear estrategias de mejora.La educación y la enseñanza, que sin ser lo mismo se complementan, deben compartirse en la escuela y en casa. Otra cosa confunde al niño, causa inseguridad y le impide avanzar, y esto es aún más cierto si tiene un TDA-H.El TDA-H precisa de un tratamiento multimodal que implique a todos los adultos de referencia del niño. Debe tener tres objetivos, perfectamente combinados en el tratamiento ideal:
- conocer bien el problema – información -
- mejorar sus hábitos – conductual -
- controlar los síntomas – medicación -
El maestro es fundamental en la atención al TDA-H
Aunque el TDA-H no afecta sólo a lo académico, la merma de las aptitudes escolares es la principal preocupación de los padres y motiva la mayoría de consultas. Además del déficit de atención, el TDA-H causa una dificultad importante en planificar tareas y tiempos, en organizar y priorizar la información, así como en la posterior autoevaluación de los resultados. Este conjunto de dificultades afecta a casi todas las competencias académicas y especialmente se pone de manifiesto cuando el alumno tiene que aprender a utilizar su agenda escolar, hacer un resumen o un esquema, o en tareas de coordinación manual o corporal.Ante un TDA-H, el maestro tiene una excelente oportunidad de aplicar todos sus conocimientos pedagógicos para ayudar al alumno con dificultades. No se trata de reducir las exigencias, sino de adaptarlas a las habilidades y deficiencias propias de cada niño, que convendrá conocer previamente. Los objetivos son ayudarle a enfocar su atención, a concentrarse y a disminuir su ansiedad para rendir al máximo de sus posibilidades.
La Generalitat de Cataluña acaba de publicar una nueva guía para maestros y profesores – El TDA-H: detección y actuación en el ámbito educativo -. Contiene los recursos necesarios para que el docente comprenda mejor las dificultades del alumno con TDA-H y pueda diseñar un plan de ayuda individualizado. La bibliografía final, enlaza a otras guías y documentos interesantes.
En general todos los niños con TDA-H se beneficiarán de las siguientes medidas.
El TDA-H no es una moda,
es un problema real que podemos mejorar.
No es la única causa de problemas en el rendimiento académico – los problemas emocionales, el niño mal educado o el niño vago existen y deben abordarse en consecuencia – pero cuando el maestro detecta un alumno con capacidades normales y resultados claramente insuficientes a su esfuerzo, debe sospechar que algo pasa.AUTORA DEL ARTÍCULO:Mucho he aprendido de mis maestros, mas de mis colegas, pero más aún de mis discípulos ~ Talmud
María José Mas
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