• La pretensión central del dispositivo escolar no es
transmitir informaciones y conocimientos, sino provocar el desarrollo de
competencias básicas.
• El objetivo de los procesos de enseñanza no ha de ser
que los alumnos aprendan las disciplinas, sino que reconstruyan sus modelos
mentales vulgares, sus esquemas de pensamiento.
• Provocar aprendizaje relevante requiere implicar
activamente al estudiante en procesos de búsqueda, estudio, experimentación,
reflexión, aplicación y comunicación del conocimiento.
• El desarrollo de las competencias fundamentales
requiere focalizar en las situaciones reales y proponer actividades auténticas.
Vincular el conocimiento a los problemas importantes de la vida cotidiana.
• La organización espacial y temporal de los contextos
escolares ha de contemplar la flexibilidad y creatividad requerida por la
naturaleza de las tareas auténticas y por las exigencias de vinculación con el
entorno social.
• Aprender en situaciones de incertidumbre y en
procesos permanentes de cambio es una condición para el desarrollo de
competencias básicas y para aprender a aprender.
• La estrategia didáctica más relevante se concreta en
la preparación de entornos de aprendizaje caracterizados por el intercambio y
vivencia de la cultura más viva y elaborada.
• El aprendizaje relevante requiere estimular la
metacognición de cada estudiante, su capacidad para comprender y gobernar su
propio y singular proceso de aprender y de aprender a aprender.
• La cooperación entre iguales es una estrategia
didáctica de primer orden. La cooperación incluye el diálogo, el debate y
la discrepancia, el respeto a las diferencias, saber escuchar, enriquecerse con
las aportaciones ajenas y tener la generosidad suficiente para ofrecer lo mejor
de sí mismo.
• El desarrollo de las competencias requiere
proporcionar un entorno seguro y cálido en el que el aprendiz se sienta libre y
confiado para probar, equivocarse, realimentar, y volver a probar.
• La evaluación educativa del rendimiento de los alumnos
ha de entenderse básicamente como evaluación formativa, para facilitar el desarrollo
en cada individuo de sus competencias de comprensión y actuación.
• La función del docente para el desarrollo de
competencias puede concebirse como la tutorización del aprendizaje de los
estudiantes lo que implica diseñar, planificar, organizar, estimular, acompañar,
evaluar y reconducir sus procesos de aprendizaje.
FUENTE: Pérez Gómez, A.I. (2007): Las Competencias Básicas:
su naturaleza e implicaciones pedagógicas (Cuaderno de Educación no 1.)
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