¿Por qué Seth Godin puede hacerte mejor docente? Aquí tienes 10 razones.
1. “El mejor momento era el año pasado. El segundo
mejor momento es ahora”.
- ¿A
qué esperas? ¿Necesitas que pase otro curso para llevar a cabo una
actividad, un tema o un proyecto? La respuesta es no. El ahora es el nuevo
ayer. No te pases el curso pensando en lo que harás durante el próximo
curso. Simplemente
empieza a hacerlo. Ahora mismo. Sí. Ya.
2. “La cuestión no es si es posible hacerlo. Hoy la
pregunta clave es: ¿Te decidirás a hacerlo?”
- Piensa
en el tiempo que inviertes en pensar lo que te gustaría hacer y no haces.
Si piensas pero no llevas a cabo lo que piensas, entonces no estarás
pensando, estarás soñando. Y ya sabes que pasa con los sueños, que se
quedan en eso, en meros sueños. Despierta. El mundo real está en las aulas.
3. “Lo más fácil es reaccionar. Lo segundo más fácil es
responder. Pero lo más
difícil es iniciar.”
- Te
encanta quejarte. Tienes mil razones para hacerlo. Es más, incluso te
dicen de lo que debes quejarte. Si te quejas eres un reaccionario. No está
mal. Te encanta responder. Eres un experto en hacer propuestas. Eres un
experto en cambiar en mundo. Eso sí, de palabra. Así que reaccionas ante
lo que dicen que es injusto y propones cambiarlo con el poder de tus
palabras. ¡Felicidades! Lo que acabas de hacer no sirve absolutamente para
nada. Levántate en silencio y produce. Toma la iniciativa. Crea algo y los
demás te seguirán. En
esto consiste el liderazgo.
4. “El costo de equivocarse es menor que el costo de
no hacer nada.”
- Tienes
un miedo enfermizo a equivocarte, a errar, a hacer el ridículo, a
fracasar. La cultura en la que vives se encarga de recordártelo todos los
días. Pero lo que no te cuenta esta falsa cultura del éxito es que el
éxito es la suma de múltiples fracasos y errores. ¿Cómo podrás saber si
has alcanzado el éxito si no has experimentado lo que supone el fracaso? El
día que fracases recuerda que estarás algo más cerca del éxito. Piensa en
ello cada vez que finalices una sesión lectiva. Piensa en lo que has
errado y, simplemente, cámbialo. Si lo cambias, no habrás fracasado, te
habrás acercado al éxito. Un éxito que será capaz de llevarte a la
excelencia.
5. “No pierdas el tiempo buscando un lápiz mejor:
aprende a escribir mejor.”
- Créeme
si te digo que la profesión de docente es una de las profesiones que peor
gestiona su tiempo. El error consiste en no pensar
en cómo transformarlo. He dicho transformarlo, no gestionarlo. Gestionar
el tiempo es en sí una absoluta pérdida de tiempo. Deja de gestionar tu
tiempo y ponte a transformarlo. En el artículo Docente, ¿te atreves a ser una vaca púrpura? te enseño algunas claves de
cómo transformé mi tiempo.
6. “No todo el mundo es tu cliente.”
- El
peor error que puedes cometer cuando enseñas a un grupo es pensar que
serás capaz de enseñar a todo el grupo, que serás capaz de transmitirles
tus conocimientos, que serás capaz de hacerles entender su utilidad y su
valor. Desengáñate. No lo conseguirás. Nunca podrás contentar a todos tus
alumnos. Si no eres capaz de aceptar esta máxima, entonces vivirás en un
estado de frustración continuo. Empieza a pensar que, aunque enseñas a
todos, no podrás llegar por igual a todos.
7. “Todo el mundo es experto en algo.”
- Sí.
Así es. Tú también eres un experto en algo. Y seguramente a día de hoy aún
no sepas en qué. Incluso me atrevería a pensar que si eres un experto en
algo, seguramente no tendrá nada que ver con la educación. Así que tienes
dos misiones que cumplir: la primera consiste en adivinar en qué eres un
experto y la segunda es que cuando sepas en qué eres un experto, seas
capaz de aplicarlo en tus sesiones lectivas. Consíguelo y tu profesión
cambiará radicalmente. Es más, como te gustará tanto tu trabajo, muy
probablemente dejarás de pensar que se trata de un trabajo. Por cierto,
Seth Godin dice que para ser experto en algo necesitas un mínimo de 10.000
horas. Así que ponte
ahora mismo a buscar.
8. Usted puede escuchar lo que la gente dice. Pero
será mucho más eficaz si se escucha lo que la gente hace.
- En
tu trabajo debes elegir entre decir o hacer. Es lo que va a
marcar la diferencia en tu trabajo y, probablemente, en tu vida. Puedes
optar por pasarte el día diciendo cosas, quejándote de tus alumnos,
criticando a tus compañeros, equipo directivo, administración, padres… Te
aseguro que es un esfuerzo tan encomiable como inútil. La otra opción que
tienes es dejar de decir y empezar a hacer, es decir, empezar a proponer,
empezar a arriesgar, empezar a innovar y, por qué no, empezar a inspirar.
9. “Los buenos vendedores son los que cuentan
historias.”
- ¿Para
qué explicar si puedes enseñar? ¿Para qué enseñar si puedes contar?
10. La gente rara vez compra lo que necesita. Compra lo que quiere.
- La
profesión de docente tiene dos principios muy claros. Lo malo es que como
docente sólo sueles aplicar uno. Y no todos los días. El principio que
aplicas consiste en dar a entender a tus alumnos la utilidad de lo que les
enseñas. Hasta aquí perfecto. Pero no es suficiente. No sólo debes
enseñarles su utilidad, también debes enseñarles a amarlo, a sentirlo.
Debes conseguir que no sólo necesiten entenderlo, sino que quieran
adquirir esa enseñanza, que quieran quedársela para ellos. ¿Cómo
conseguirlo? Muy fácil. Transmitiéndoles tu pasión y tu entusiasmo.
Enséñales lo que amas y tus alumnos te lo acabarán comprando.
Comentarios
Publicar un comentario