Los niños frente al ciberbullying, el sexting y el
gromming
El acceso a las nuevas tecnologías de los niños se
produce cada vez a edades más tempranas y ya no nos extraña ver a niños de
entre 10 y 12 años usando el ordenador con mucha soltura, hablando con
smartphone y a niños de unos 7-8 años con tablets o ipod. En ocasiones, aunque
somos los padres quienes hemos puesto esta tecnología en sus manos no sabemos
usarla o, al menos, no llegamos a su nivel de conocimientos, porque como
alguien me dijo el otro día, parece que ellos nacen sabiendo.
Los
peligros de las redes sociales en Internet para los niños
Ciberbullying
Sin embargo, en su inocencia, muchas veces los niños no
son conscientes de los peligros que entraña dar datos personales a través del
chat, del correo electrónico o de las redes sociales. Está claro que si les
decimos que nunca escriban el nombre de su colegio, la dirección de casa, el
lugar donde realizan sus actividades extraescolares, los niños seguramente no
lo vayan a hacer a sabiendas, pero hay muchas formas de preguntárselo para que
lo acaben escribiendo de manera inocente.
No hablar con desconocidos es una enseñanza que es válida
para todos los órdenes de la vida no sólo para la vida real, sino también para
la cibervida. No obstante, si por ejemplo los padres no sabemos cómo
desconectar el geolocalizador de los smartphones, cada vez que nuestro hijo
hable mediante el chat con un amigo, alguien podrá saber dónde se encuentra en
ese momento.
Y es que con respecto a la terminología también se está
abriendo un debate interesante. Cuando hablamos de vida real para referirnos
a la vida física y distinguirla de los contactos en Internet y en las redes
sociales, estamos dando pie a confundir a los niños, que integran ambas vidas
en su vida real. Por eso, ahora conviene referirse a la vida física y dejar
el término vida real para englobar el carácter general de la propia existencia
personal.
Entre los peligros que acechan a los niños en
Internet ,por ejemplo, llama la atención el
ciberbullying o acoso entre menores que en Internet por su carácter global,
supone un alcance que puede llegar a generar mucho daños no sólo al menor sino
a su familia y amigos. Otro sistema con el que pueden hacerse daño entre
iguales es el sexting o intercambio
de fotografías o vídeos con contenido erótico entre los propios jóvenes, con
las que luego llegan a extorsionarse causando daños psicológicos importantes.
Fuera de las fronteras de los amigos, el
grooming es otra práctica a través de la cual un adulto se gana la
confianza de un menor con un propósito sexual.
Las estrategias de evitación para caer y ser
víctima de cualquiera de estas prácticas depende básicamente de la información
que padres e hijos manejemos a la hora de navegar por la red y establecer
relaciones con otras personas. La
prudencia es la prioridad a la hora de proporcionar a los niños
una educación para moverse por Internet, aplicando siempre el sentido común. Y
desde luego, aunque pensemos que es importante establecer filtros o controles
parentales en el ordenador de casa, no
debemos olvidar como padres que la comunicación con nuestros hijos es lo más
importante, ya que a través del diálogo podemos protegerles más.
Marisol Nuevo.
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