Dado que los niños que tienen síndrome de Asperger poseen una inteligencia promedio o por encima, muchos educadores creen que, con ciertos ajustes, estos niños pueden ser incluidos como parte del proceso educativo regular, tanto en educación primaria, como cuando llegan a la escuela secundaria y más allá. Tales prácticas integradoras adoptan el compromiso de aplicación en el ámbito escolar, donde los profesores, el estudiante y la familia trabajan de forma conjunta para que el alumno se sienta integrado, comprendido y respetado. Los maestros que trabajan con el alumno necesitan conocer y aplicar en el aula el uso de un aprendizaje estructurado, con un mínimo de cambios bruscos y entender que esa es la mejor manera de que el niño aprende. Por ejemplo, si el niño es un estudiante visual, proporcionarle recursos para que pueda aprender de esa forma. La escuela también puede proporcionar al alumno, profesores especialistas para ayudarlos en sus aprendizajes.
Es importante que los compañeros de clase reciban información sobre el síndrome Asperger para evitar confusiones y burlas y de esta forma se favorece que aprendan a trabajar con él. A veces el profesor tiene que hacer ajustes, por ejemplo estableciendo rutinas en sus prácticas de enseñanza, utilizando diferentes metodologías…etc. así facilita el aprendizaje de su alumno a la vez que beneficia al resto de compañeros.
Hay mucha evidencia para sugerir que los niños que tienen síndrome de Asperger se desempeñan mejor en un programa inclusivo, con la mezcla correcta de la socialización y las técnicas educativas que maximizan el potencial de aprendizaje del niño.
Fuente:MyAspergersChild.com
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