Guía básica de actuaciones en el aula para niños y adolescentes con déficit de atención e hiperactividad/impulsividad.




Las medidas que se tomen dentro del aula, si son apropiadas, contribuirán de manera significativamente a mejorar el desempeño general de niños con TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad e impulsividad) o con dificultades atencionales que
 no cumplen los criterios para recibir el diagnóstico de TDAH.  El entorno escolar suele 
ser el que más retos presenta a estos niños y es de donde más dificultades se reportan, además de ser en el que más medidas de intervención efectivas se reclaman.
   Son medidas generales de acomodación y de funcionamiento en el aula  que los docentes podemos implementar y cuyo objetivo es lograr el mejor rendimiento académico posible manteniendo adecuado funcionamiento general.  Las medidas son básicas y no requieren de mayor infraestructura o recursos para su establecimiento.  Si requieren de la voluntad de colaborar, es decir de la mejor actitud por parte de las autoridades escolares y de los profesores.
   Un niño o adolescente con dificultades atencionales y de hiperactividad/impulsividad trabajará mejor si se mantiene la estructura en el salón de clases. Mantener la estructura implica:

Cuestiones generales del aula
Esto se refiere al área geográfica que ocupa dentro del aula, es uno de los aspectos
más fáciles de modificar y el impacto de pequeñas modificaciones puede ser muy
positivo.  
– Próximo al escritorio de sus profesores 
– Alejarle de puertas, ventanas o paredes muy cargadas de estímulos porque pueden
servir como distractores 
– Ubicarle en un espacio en donde la supervisión sea más fácil. 
– Rodearle de compañeros con buenas habilidades atencionales, no necesariamente
de alto rendimiento porque puede ser contraproducente 
– Preferir el trabajo individual o en grupos pequeños de dos o tres miembros,
en grupos mayores pueden terminar dispersándose.   
– Evitar aulas con exceso de estímulos.  
– Buena iluminación y ventilación, espacios apropiados, mobiliario cómodo, espacios
 específicos para guardar materiales o para recuperar el control.  
– El control de la temperatura y del ruido es determinante.


Trabajo en clase    

Si se tiene la posibilidad de organizar el horario es recomendable que al inicio se
dejen las asignaturas que demanden de más recursos atencionales e ir dejando
para el final del día aquellas en las que la demanda de atención no es alta (no
quiere decir que no se requiera)   Asegurar la adecuada comprensión de las
instrucciones de lo que se pide realizar, tanto si estas se proporcionan de manera
verbal como si se proporcionan de manera escrita: 
Primero: establecer buen contacto visual
Segundo: formular la instrucción, una por vez y no una serie de instrucciones
Tercero: pedir que verbalice la instrucción para verificar que la ha comprendido
adecuadamente
Cuarto: que comience a trabajar y supervisar con frecuencia para verificar que se
 mantiene en la instrucción
Quinto: mantener recordatorios visuales de la instrucción Deje las instrucciones a
la vista de todos y procure anotar en la pizarra la agenda de trabajo del día, esto
les ayudará a organizarse mentalmente, es decir a prepararse y disponerse para
el trabajo que debe realizar.   


Debemos recordar que pueden emprender una tarea con alto nivel de motivación y
al poco tiempo haber abandonado la misma por distracción o pérdida de interés.  
El trabajo inicial puede ser bueno pero en la medida que se prolonga comienzan a
aparecer los errores y cada vez se van haciendo más frecuentes, especialmente
cuando ya se ha superado el umbral de atención (tiempo que pueden permanecer
en una tarea prestando la atención debida para realizarla de manera efectiva si
tienen el conocimiento para ello).   

También el trabajo puede ser notoriamente lento de manera que no completan las
asignaciones en el tiempo indicado y comienzan a acumular trabajo pendiente que
probablemente nunca podrán realizar, por eso no es conveniente enviar a casa el
trabajo que no pudo realizar en el colegio sino recurrir a otro tipo de estrategias
entre las que podrían incluirse las siguientes: 
– Asignar menor volumen de tarea o menos número de ejercicios por completar
– Seleccionar los ejercicios o tareas que son necesarias o prioritarias de realizar
– Fragmentar las tareas, es decir dividirlas en partes más pequeñas supervisando
cada una de ellas y calificándolas inmediatamente para mantener la
retroalimentación.

Ayúdele a conservar el orden de sus materiales, es conveniente evitar que todos
estén dispuestos en un locker al que debe dirigirse en cada cambio de período.
 Es mejor que disponga los materiales en los salones que los utilizará y si esto no
es permitido por las autoridades escolares entonces recurra a una maleta con
rodos para que pueda disponer sus materiales a cada salón al que se traslade. 
También ayúdele a mantener su trabajo ordenado supervisando algunos detalles:
 anotar la fecha, subrayar los títulos, anotar tareas en la agenda, etc.   
Los materiales pueden identificarse con códigos de colores por materia, así los
identificará todos inmediatamente.   Su estuche debe ser lo más simple posible y
disponer de elementos básicos: lápiz, lápices de colores (pocos), lapiceros,
sacapuntas y regla.  Disponer de muchos materiales puede mover a la distracción. 


Otros aspectos generales 

Se recomienda disponer la agenda o programa de trabajo a la vista y acompañarlo  
de señales que le ayuden a administrar adecuadamente el tiempo: reloj con
colores, time-timer, etc.   

Evitar las actividades monótonas o programar una sola actividad para la clase,
en general debe disponerse de actividades para cada diez minutos (quince como
máximo) del período de clases, esto desde primaria a bachillerato.  Las actividades
 programadas para el período deben ir intercaladas: difíciles-fáciles.  
Dejar para el inicio de la clase las actividades que requieren de mayor atención
y dejar al final de las mismas aquellas que demandan menos de este recurso.   

Supervisar con la mayor frecuencia posible: 
– Mantener acercamientos periódicos al espacio de trabajo del estudiante,
recuerde no invadir súbitamente su espacio personal psicológico
(anunciarse o anticiparse y siempre hacerlo dentro del campo visual del chico)
– Recurrir a recordatorios táctiles (una palmada en el hombro, por ejemplo)
– Mantener el contacto visual cada vez que sea posible
– Acercarse para dar retroalimentación en relación a su trabajo
– Asistirle inmediatamente cuando comience a distraerse   

Cuando se trabaja en equipo o grupos el profesor debe estar más pendiente
considerando que pueden presentarse algunas dificultades con la interacción
social: los compañeros pueden no querer integrarle al grupo dado su nivel de
actividad o la poca productividad de trabajo, las habilidades de negociación no
suelen ser eficientes y pueden tener algunas dificultades en el reconocimiento de
claves sociales, es probable que no logren resolver de manera efectiva diferencias
y que estas conduzcan a situaciones conflictivas, etc.   Lo anterior requiere de
 algunas medidas por parte del profesor: 
– Supervisión más estrecha y con más periodicidad que en momentos de trabajo
individual
– Asignar los grupos y no permitir que se organicen por afinidad si se sospecha
que algunos estudiantes pueden quedar excluidos
– Asignar con precisión las tareas y apoyarle para que cumpla la parte que le
corresponda
– Ayudarles a establecer la agenda de trabajo porque puede resultarle difícil el
reconocimiento de prioridades y la organización de la tarea
– Mantener recordatorios visuales (agenda de trabajo, tiempo, etc.)
Evaluaciones
– Realizarlas en un ambiente más tranquilo.
– Evitar crear una atmósfera de tensión alrededor de las evaluaciones.   Los
profesores deben presentarla como una actividad de aprendizaje. 
– En algunas oportunidades puede dejarse espacio a la evaluación oral o por
 otros mecanismos.   

Cada institución educativa tiene sus reglamentos y deben seguir lineamientos
del Ministerio de Educación. Si las circunstancias lo ameritan podría considerarse
la posibilidad de cambios en las proporciones de zona o permitir la realización de
 trabajos adicionales para completar punteos de evaluaciones escritas, etc.
 Algunos niños presentan velocidad lenta de procesamiento de información como
única manifestación o como manifestación asociada al TDAH, en estos casos
 podemos facilitar algunas medidas:
– Brindar tiempo extra para completar tareas o exámenes. 
– Colocar una señal del trabajo completado en el tiempo originalmente asignado
de manera que se pueda verificar el porcentaje trabajado a tiempo y el trabajado
 fuera de tiempo. 
Este conjunto de medidas generales no agota todas las posibilidades de intervenciones sencillas que podemos aplicar.  Su sencillez sorprende mucho cuando nos percatamos del impacto positivo que pueden tener en el rendimiento académico y social de nuestros estudiantes con TDAH o de aquellos que tienen dificultades atencionales sin cumplir los criterios requeridos para recibir el diagnóstico.
Seguiré escribiendo al respecto.

FUENTE:

Comentarios

  1. Muchas gracias por tus estrategias.Me parece increible, anacrónico, sorprendente... que haya tantos niños/as matriculados en colegios e institutos y tan pocos profesores conocedores de estas estrategias.No culpo al profesorado porque su obligaciòn termina en una formaciòn semivoluntaria y que a menudo es autosufragada.Es el Estado y las CCAA quienes no tienen el más mínimo inrerés de abrir los ojos a la pesadilla que vivimos las familias de niños/as con TDAH y más si tienes que afrontar el bilingüismo o el trabajo de "laberintos"/ "busca las 7 diferencias" que hacen algunos PT tres veces a la semana ( que además de no servir para nada alejan del aula al niño/a con mayor perdida de información y fracaso escolar). Solo queda dar las gracias a la sensibilidad de algunos maestros/as y aguantar hasta que termine la pesadilla de los estudios obligatorios.

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