IDENTIFICAR TDAH EN EL COLE





Los criterios diagnósticos formales para el TDAH identifican tres subtipos principales. Sin embargo, especialistas con experiencia en el trabajo en colegios con los alumnos que padecen este trastorno han propuesto varios subtipos más amplios. Estos subtipos se describen a continuación, y pueden ayudar a identificar diversas formas en las que el TDAH se manifiesta en el aula.

TDAH con negativismo desafiante

El alumno cree que todo el mundo está en su contra por lo que ha tomado una actitud de desinterés y puede entrar fácilmente en conflicto con su profesor.

Las capas del desafío actúan como escudo frente al mundo, especialmente frente a los padres y profesores. Se manifiesta con agresión verbal, tendencia a discutir y reacciones excesivas ante lo que parecen ser cuestiones menores.

Este patrón en ocasiones comienza a desarrollarse en los últimos años de la fase primaria, y es más frecuente en la adolescencia. Puede ser complicado detectar los síntomas del TDAH detrás del muro defensivo desafiante.

TDAH con distanciamiento

Este alumno es muy diferente del tipo con negativismo desafiante, pero puede ser igualmente impenetrable. Da la impresión de estar aletargado, de vagar por su propio mundo. Puede pasar desapercibido fácilmente, y cualquier participación significativa aparece únicamente después de mucho esfuerzo por parte del profesor.

En este caso, la resistencia pasiva sustituye al desafío. Estos alumnos parecen totalmente resistentes a las estrategias conductistas normales, como el refuerzo positivo o las sanciones. Es como si hubieran optado por excluirse del proceso educativo.

TDAH con impulsividad

Este alumno tiene una actitud y un entusiasmo vitales que no disminuyen a pesar de los problemas en el colegio o en su casa. De hecho, pueden mostrarse aparentemente ajenos a las dificultades en torno a ellos.

Pueden ser alumnos agradables satisfechos y no exigentes. Si han crecido en un entorno comprensivo y de apoyo, podrían mantener perfectamente la actitud positiva y el entusiasmo a pesar de las dificultades de aprendizaje derivadas de su hiperactividad e impulsividad. Como profesor, puede ser tentador dejarlos estar, especialmente si hay otros alumnos más exigentes que requieren su atención.

TDAH con obsesiones

El alumno parece bastante contento, siempre y cuando pueda dedicarle su tiempo a sus propias áreas de interés. A menudo, sin embargo, pueden ser ocupaciones singulares como los horarios de trenes, rutas de autobús, llaveros, cortinas… El tema en el que estén interesados puede absorberlos hasta el punto de excluir todo lo demás. El interés obsesivo significa que a menudo se distancian de las actividades de grupo. A veces, pueden también tener rarezas o movimientos motores evidentes problemáticos con las manos o expresiones faciales. Esto puede distanciarlos aún más de sus compañeros. El reo para el profesor es manejarse por la fina línea divisoria entre dejar en paz al alumno, en interés de una vida tranquila, y utilizar las obsesiones en el proceso educativo.

TDAH con dificultades de aprendizaje

Este alumno puede tener TDAH y una dificultad de aprendizaje específica, como dislexia o tal vez audición deficiente. Este agravante doble puede dificultar el determinar la causa de las dificultades del aprendizaje del alumno. Los materiales o la enseñanza especializados pueden ayudar en las dificultades de aprendizaje.

Estos alumnos pueden carecer de habilidades de escucha, mostrar falta de atención, ser desorganizados y parecer hipoactivos. En general, se observa en las chicas, que dan la impresión de no estar motivadas, de estar distraídas, ser olvidadizas o tener tendencia a perder cosas.

A menudo se culpa erróneamente a los profesores/padres del fracaso de las medidas correctivas a la falta de motivación del niño.

TDAH con gran capacidad

Se trata del alumno con TDAH que también presenta signos de una capacidad inusualmente elevada. Sin embargo, sólo participan cuando tienen un gran interés por la lección/material. De lo contrario, tienen dificultades para concentrarse o prestar atención. “Es aburrido” es un comentario habitual de estos niños. Por este motivo, rara vez se advierte en clase o en los exámenes su capacidad evidente.

El problema es el resultado de la gran dificultad que tienen para regular la atención, más que en la obstinación pura. Si el trabajo les parece insuficientemente estimulante, se desmotivarán y perderán el interés por el colegio, lo que dará como resultado problemas de asistencia. Estos estudiantes en ocasiones pueden parecer testarudos y “chulos”, lo cual tiende a enmascarar los problemas de atención subyacentes. En estas circunstancias puede desarrollarse un conflicto inútil entre el profesor y el estudiante.

TDAH con trastorno de la conducta

Este puede ser el alumno más estresante y descorazonador para el profesor. Además de los problemas de atención y la actividad errante, muestran conductas socialmente inaceptables como mentir, violencia hacia los demás, robo y daños a la propiedad. Sus acciones pueden ser más premeditadas que impulsivas; a veces hacen cosas que con toda certeza provocará una reacción en los profesores o en los compañeros.

Como en otros casos, los comportamientos superficiales negativistas y en este caso ofensivos pueden enmascarar problemas cognitivos subyacentes y provocar un conflicto innecesario e inútil entre el profesor y el estudiante.

TDAH de tipo combinado

Se trata de un estudiante que parece un híbrido de alguno o incluso de todos los tipos anteriores. En un trastorno caracterizado por comportamientos irregulares e imprevisibles, este alumno destaca por ser especialmente irregular e impredecible. El reto para los profesores es permanecer tranquilo y uniforme en su enfoque.

  FUENTE:tdahytu, información científica actualizada sobre el Trastorno por ...


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