
Adaptaciones relacionadas con la metodología
Con la finalidad de conseguir que el niño con DD preste atención y se
motive por la comprensión de un texto escrito, debemos proporcionar estrategias
de aprendizaje efectivas para cada alumno. Algunas adaptaciones para
favorecer la realización de actividades de formación interactiva eficaz son:
— Uso explícito de procedimientos de enseñanza: muchos materiales comerciales
no proporcionan a los profesores el uso de procedimientos
de adaptar este material para incluir estos procedimientos. Los profesores
pueden incluir enseñanza explícita por pasos dentro de sus lecciones
(ej.: presentar un adelanto de la tarea, proporcionar una práctica guiada,
ofrecer feedback corrector, práctica independiente por parte del
alumno, monitorizar la práctica y revisarla).
— Asegurar que el alumno ha entendido las instrucciones de la tarea:
cuando el alumno debe realizar una actividad cuyas instrucciones se
le presentan por escrito, el profesor deberá asegurarse de que éste las
ha entendido. Para ello deberá preguntarle al alumno y él explicará
verbalmente lo que ha entendido.
— Utilizar las instrucciones paso a paso: la nueva información se puede
presentar en pasos secuenciales pequeños. Esto ayuda a los alumnos
con dificultades ya que necesitan unas explicaciones explícitas y desmenuzadas.
— Dar información verbal y visual simultáneamente: introducir el tema
(siempre que sea posible) por medio de imágenes, ya que el alumno
con DD tiene más facilidad para recibir la información por vía visual
y auditiva. El uso de DVD, vídeos, diapositivas, murales, etc. le sirven
como complemento de la explicación oral.
— Escribir los apartados y el vocabulario más significativo del tema en la
pizarra: antes de una explicación el profesor puede escribir las nuevas
palabras de vocabulario y los aspectos principales en la pizarra.
— Fomentar técnicas de aprendizaje cooperativo por parejas o grupos pequeños
en aquellas actividades que tienen un alto componente lector.
— Colocar al alumno cerca del profesor para que le pueda ofrecer la ayuda
necesaria.
— Utilizar señales para resaltar los aspectos más importantes: los asteriscos
u otros marcadores pueden acentuar las preguntas o actividades que
son más importantes para la evaluación. Esto ayuda a los alumnos a
rentabilizar el tiempo durante los exámenes.
— Permitir el uso de apoyos materiales: se debe permitir el uso de recursos
didácticos tales como ábacos, abecedario, calculadora (una vez que
tienen adquiridas operaciones), tablas de multiplicar, etc.
— Mostrar los trabajos realizados: enseñar a los demás los trabajos bien
realizados puede ayudar a los alumnos a mejorar su autoestima, su motivación
hacia la tarea y sus expectativas.
— Utilizar la enseñanza tutorada: el profesor puede juntar a alumnos de
diversos niveles para repasar las actividades, para preparar un examen,
leer en voz alta uno a otro, escribir historias, etc. También un compañero puede leer los problemas de matemáticas al alumno con dificultades lectoras para que los comprenda.
— Tener flexibilidad en el tiempo de trabajo: los alumnos que trabajan
más lentamente pueden disponer de más tiempo para realizar las tareas
escritas.
— Proporcionar actividades adicionales: no todos los alumnos requieren
la misma cantidad de práctica para dominar un contenido, muchos
alumnos con dificultades necesitan una práctica adicional.
Adaptaciones en la evaluación:
— Ajustar la evaluación a las características de los alumnos: a los alumnos
se les puede permitir realizar exámenes orales y utilizar los materiales
complementarios que puedan necesitar.
— Apoyar con gráficos o imágenes el material escrito.
— Valorar el contenido de las respuestas y no la ortografía o la composición
del texto.
— Implicar en el proceso de evaluación a todos los profesionales que trabajan con
el alumno para que todos realicen las adaptaciones en el mismo.
Actualización en dislexia del desarrollo
Francisco Román Lapuente(coord.)
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