ORIENTACIONES /ALUMNOS CON SÍNDROME DE ASPERGER/Parte IV/ INTERVENCIÓN EN EL AULA


Reacciones inapropiadas a estímulos sensoriales (sonoros, visuales, auditivos, táctiles...)

Muchos niños con SA muestran reacciones inusuales o hipersensibilidad a determinados estímulos (sonoros, táctiles, visuales...).

En algunos casos puede molestarles el ruido o jaleo, en otros les atrae poderosamente un estímulo sonoro (sonido de un avión, de un radiador, de un camión descargando...), visual (una luz, objetos que giran, objetos que se mueven...) hasta llegar a distraerle y abstraerse en él y resultándoles muy difícil poder desenganchar su atención de tal estímulo. Pueden rechazar el contacto o molestarle
que les toquen o les acaricien...incluso, a veces, a ellos les gusta tocar (sin mantener la “distancia social”) y rechazan ser tocados; la manera de mostrar este rechazo a ser tocados puede llegar a ser inadaptada (gritar o agredir a la persona que le ha tocado, huir,asustarse...); Les cuesta interpretar esta conducta del otro (que alguna vez tendrá como objetivo un acercamiento o un intento de
mostrar amistad), precisamente por su dificultad para tener en cuenta el punto de vista del otro.

A veces, con el único fin de evitar sonidos o ruidos que les resultan molestos, se tapan los oídos, interrumpen, emiten murmullos... por lo que cuando esto ocurre debemos intentar hacer una interpretación adecuada de su conducta.

A veces su contacto ocular no es adecuado (se quedan fijamente mirando al interlocutor o evitan el contacto ocular). Tienden a hacer análisis parciales de los objetos (se centran poderosamente en una parte del mismo) y les cuesta mucho verlo en su totalidad.



Sugerencias para la programación:

·  Intente reducir o eliminar tanto como sea posible el origen del ruido o fuente estimular. Por ej.: si es el radiador, intentaríamos arreglarlo, si es algo que gira, lo retiraríamos de su campo de visión, etc.

· Sitúelo en un lugar del aula alejado de mucha estimulación ambiental y cerca de algún compañero que le sirva de apoyo, al tiempo que está cerca del profesorado con el fin de poder controlar su atención. Podría resultar adecuado tener una mesa sin decoración, a la que llamamos “mesa de concentración” y a la que podría acudir cualquier niño en el momento que la necesitara. Se reforzaría al alumnado por utilizarla.

· Se puede utilizar una "Historia Social" o simplemente explicarle el origen del ruido o estímulo ambiental y que no es provocado ni está para hacerle daño. Si se puede solucionar se le explica que se va a intentar arreglar.

· Si son estímulos que no se pueden evitar, tendrá que ser gradualmente expuesto a ellos para incrementar su tolerancia y habilidad para afrontarlos.

· Si observamos que le molesta el contacto físico o una excesiva proximidad, lo evitaremos y mostraremos otra modalidad de acercamiento (saludo con la mano en vez de caricia o meneo en la cabeza por ej.:)

· Previo consentimiento de los padres y del niño, podemos explicar a la clase lo que le pasa al niño y animarles para que se muestren tolerantes y comprensivos. Se puede acordar de qué manera podemos responder (el niño y compañeros y profesorado), cuando ocurra algo así.

· Si ocurre algún incidente, hablar con el niño sobre ello, en lenguaje claro y sencillo. Se le hablará de otras alternativas de respuesta que tenía, se practicarán y se intentará que la próxima vez las ponga en práctica.

· También resultaría muy adecuado entrenar al niño para que utilice habilidades personales para tranquilizarse cuando ocurre algo así (respiración, tocar un objeto “calma-ansiedad”, hacer un dibujo...).

· Los cuadernos de trabajo los manejará mejor si están estructurados, para lo que la información visual le resultaría muy útil: pegatinas de colores para señalar por dónde empezar, dónde terminar, cómo señalar las preguntas y las respuestas , cuánto espacio dejar entre una y otra, cómo poner los títulos, márgenes, cambios de tema indicados... Le vendrá bien el entrenamiento para ello,  le ayudaría a realizar sus trabajos escritos y a organizar sus tareas.

 · Si tiene dificultades con el contacto ocular, respételo. Sin embargo, enséñele en qué situaciones sociales es aceptable un contacto ocular mínimo o no mirar a los ojos. Por ejemplo: si un profesor se dirige a él sería más apropiado que lo mirase ocasionalmente y bajar la mirada, en vez de mirar el hombro del profesor o hacia arriba. Con entrenamiento aprenderá a hacerlo mejor.


 
Dificultades emocionales. Problemas de ansiedad. Desarrollo del autocontrol

La mayoría de las personas con S.A. tienen problemas para comprender los motivos y las intenciones de los otros. Para ellos enfrentarse a otras personas, sobre todo en situaciones poco estructuradas, es realmente muy estresante (en recreos, pasillos, E. Físca, Plástica...). En ocasiones esta tensión puede derivar en forma de un “arrebato de frustración”.

El desarrollo emocional de los niños/as con SA tiende a avanzar a pasos más lentos. Con frecuencia reaccionan como niños de menor edad. Se suelen sentir menos motivados por lo que otras personas piensen de ellos y pueden no comprender cómo su comportamiento
es visto desde la perspectiva de las demás personas. Esto hace que no inhiban su comportamiento.

Muchos niños/as tienen dificultad para reconocer y expresar emociones y esto puede producir ansiedad.

La mayoría tendrán problemas para comprender las expectativas y las intenciones de otras personas debido a sus dificultades para empatizar. Las situaciones sociales pueden ser particularmente difíciles.

Algunos pueden interiorizar su ansiedad, lo que puede dar lugar a comportamientos autoagresivos.

En muchos casos sí quieren tener amigos pero tienen grandes dificultades para hacer o sustentar una amistad. Los arrebatos de enfado o reacciones conductuales inapropiadas son, a veces, una reacción a la frustración y decepción que ellos experimentan en esta área.

Pueden pensar obsesivamente en cosas que han sucedido hace cierto tiempo y derivar en una “reacción demorada".


Sugerencias para la programación:

· En general, será más fácil modificar el entorno que conseguir cambiar el estilo de pensar y sentir de ellos. Por ello, el primer intento de solución debería ser tratar de observar qué situaciones desencadenan sus reacciones conductuales y ver si pueden ser evitados o modificados.

· Otra posibilidad es entrenar al niño para que reconozca los signos de ansiedad y enfado y ensayar con él estrategias de autocontrol (respirar, contar, dibujar, objeto “anti-estrés”...). Será conveniente que algún adulto le de las claves del momento en que debe poner en práctica las estrategias ensayadas.

· Después de un conflicto o pérdida de control y, una vez calmada la situación, se debe hablar con el alumno acerca del incidente. Esta discusión debe tener lugar en un contexto de calma y hacerse en lenguaje sencillo, analizando la situación y el conflicto de la manera más simple posible. Habrá que prestar especial atención a los antecedentes al incidente.

· No debemos olvidarnos de reforzar cualquier intento de autocontrol por parte del niño o la puesta en práctica de estrategias previamente ensayadas.

· Debería haber alguien al que el niño pueda dirigirse cuando tenga un problema y que está especialmente atento a sus circunstancias y problemas.

Autoconciencia

Algunos niños con SA son conscientes de sus diferencias respecto a las demás personas. Puede ser que no le den importancia o incluso que culpen a los otros de tales diferencias. Esta comprensión de las diferencias suele ocurrir en la adolescencia (cuando ya están en
ESO), pero a algunos les ocurre en edades más tempranas (E.P)La decisión acerca de si se le debe contar o no al niño acerca de su condición debe ser tomada por los padres del niño. Si esto fuera un problema que interfiriera en su funcionamiento en la vida, habría que considerar la conveniencia de hacerlo. La manera de hacerlo
debería ser adaptada a cada caso y asesorada por un profesional especialista.

En edades un poco más avanzadas, puede ser conveniente fomentar su relación con otros chicos que tengan SA, el acceso a materiales y documentos escritos por otras personas que también tienen SA o por profesionales especialistas.



Depresión

Muchos niños/as con S.A. experimentan repetidamente fracaso o rechazo en situaciones sociales.

Tratar de educar a un niño con S.A. puede ser algo que ocupe y demande mucho tiempo. Sus relaciones con adultos en la escuela pueden verse afectadas por esas dificultades.

Los niños con S.A. tienen dificultades para comprender cómo los demás piensan y sienten. Ellos con frecuencia ponen mucho esfuerzo en esto y pueden llegar a alterarse o sentirse mal cuando no interpretan a los demás correctamente.

Sugerencias para la programación:

· En el centro debería haber un adulto de referencia para él, a quien pudiera dirigirse cuando surge algún conflicto, que le proporcione oportunidades para que puede expresarse sin ser criticado.


EOEP Astorga- CRA de Bustillo del Páramo

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